A una semana de los primeros casos confirmados del coronavirus COVID-19, que ya provocó 17 víctimas fatales y más de 600 contagios, Italia busca volver a la normalidad con la reapertura de bares y museos, mientras las diez localidades del norte consideradas “foco” de la infección siguen en cuarentena.
El emblemático Duomo de Milán reabrirá sus puertas el próximo lunes, tras casi una semana de cierre, al tiempo que bares y restaurantes de la ciudad del norte italiano ya funcionan en horario prolongado, luego de varios días abriendo solo hasta las 18.
El Acuario de Génova, el más importante del país, anunció también que adelantará la reapertura a este sábado 29.
Los intentos por reanimar a la industria del turismo conviven con el agravamiento de la situación en la zona de Lodi, en las afueras de Milán, donde hubo un “inesperado crecimiento de los casos, con 51 internados, 17 de ellos en terapia intensiva”; según dijo hoy el presidente de la región Lombardía, Attilio Fontana, al canal La7.
La decisión de las autoridades, como adelantó el canciller Luigi Di Maio, es reducir al mínimo el impacto sobre la economía del país, especialmente en áreas como el turismo que ya empiezan a sentir las consecuencias de la rápida difusión del virus, especialmente en las regiones norteñas de Lombardía y Veneto.
A primera hora del viernes, cuando ya son 13 los países restringieron el ingreso de italianos en todo el mundo, el pedido que hizo el gobierno italiano a otros Estados para que no rechacen la entrada a sus ciudadanos encontró respuestas heterogéneas.
En ese marco, las medidas van desde la discriminación y rechazo israelí a personas del norte de Italia y la suspensión de vuelos de British Airways a Milán hasta fines de marzo por un lado, y la declaración del presidente francés Emmanuel Macron de que la crisis “no se resuelve cerrando fronteras” en contraposición.
“El conocimiento ayuda a la responsabilidad y constituye un fuerte antídoto contra los miedos irracionales y desmotivados que conducen a un comportamiento sin razón y sin beneficio, como a veces sucede en estos días”, afirmó el presidente Sergio Mattarella al buscar bajar el tono mediático.
“La industria del turismo está de rodillas por la suspensión de reservas. Ha habido una pandemia mediática que difundió el pánico”, lamentó hoy en declaraciones televisivas el gobernador de la región Veneto, Luca Zaia, que a inicios de la semana debió suspender las últimas dos rondas del carnaval de Venecia por el brote del Covid-19.
Este viernes, pese a la estabilización en los contagios, la bolsa de Milán abrió sus operaciones con una caída del 3% y una suba del riesgo país italiano hasta el máximo en seis meses, llegando a 182 puntos base.
Pese a la flexibilización de las medidas en Milán y otras ciudades, las autoridades mantienen la cuarentena para diez localidades completas de la zona de Lodi, en el norte del país, donde unas 50.000 personas en total permanecen hace una semana sin salir de sus casas, monitoreadas por 35 puntos de ingreso y egreso con presencia del Ejército y otras fuerzas de seguridad.
Además, en el plano político, fuerzas de la oposición como la Liga de Matteo Salvini y del propio oficialismo como Italia Viva de Matteo Renzi ya pidieron públicamente la dimisión del primer Giuseppe Conte y la conformación de un “gobernísimo” de unidad para afrontar la emergencia del coronavirus y convocar a nuevas elecciones.
Fuente: Télam