Con una amplia concurrencia y cerrando su primera semana de estadía en nuestra localidad, el Logos Hope ofreció distintas sensaciones y expectativas renovadas en los visitantes y feriantes.
“Vino muchísima gente y, si bien no pude visitar el barco, se lo ve imponente. La gente compra artesanías, viene en familia y genera un movimiento muy grande. Todas estas cosas le hacen muy bien a White”, señaló Marita Aversano, desde su puesto en la zona portuaria.
“Estamos pasando el día en familia. El barco es inmenso y valió la pena la espera en la cola porque la experiencia es positiva. Hay diversidad cultural y una recepción muy buena. Comparado con el anterior Logos, este es mucho más grande y moderno. La pasamos muy bien”, resumieron los visitantes.