El caso del buque español “Playa Pesmar Uno” expone con crudeza la necesidad de actualizar la normativa que castiga las conductas ilícitas tipificadas en la Ley Federal de Pesca; en este caso, pescar sin permiso en aguas argentinas.
La infracción está prevista en el artículo 51 de la mencionada Ley 24.922: “Cuando la infracción de que se trate sea la de pescar sin permiso, la multa mínima no podrá ser inferior a pesos cinco millones ($ 5.000.000) y la máxima de pesos diez millones ($ 10.000.000)”, se establece.
Ocurre que esto fue estipulado en 1998, cuando todavía regía la convertibilidad; es decir había una paridad cambiaria entre el peso y la moneda norteamericana.
Luego, los sucesivos procesos devaluatorios que sacudieron a la moneda local transformaron el piso de 5 millones de dólares en 250 mil y el máximo de 10 millones en 500 mil dólares. Desde entonces que no se actualizan.
“Se debería tomar el valor dólar de aquella época para hoy corregir y hacer una actualización que respete lo establecido en la ley”, sugirió una fuente empresaria del sector consultada por Pescare.com.ar. La tarea es del Congreso y debería ser impulsada como política desde la Subsecretaría de Pesca.
Claramente es necesario intervenir sobre la banda monetaria que castiga la pesca ilegal; de lo contrario, de poco servirá el esfuerzo que hacen Prefectura, la Armada y la propia Subsecretaría para controlar y evitar incursiones furtivas en la Zona Económica Exclusiva (ZEE).
En este caso, incluso, un inspector que responde a la cartera viajaba a bordo del guardacostas “Fique” de Prefectura y su trabajo puede resultar clave.
También es cierto que el articulado prevé el eventual secuestro de la carga hallada a bordo del buque o el pago equivalente a su valor de mercado. Esto siempre que resulte probada la infracción en el sumario, hoy impulsado por el subsecretario Juan Manuel Bosch.
Aún así, a la luz del espíritu original de la norma, en suma se llegaría a una “pena” menor. En el caso del barco español, propiedad del grupo Pesmar, Prefectura informó que lleva en sus bodegas unas 320 toneladas que reúne a merluza, calamar, abadejo y rayas, entre otras especies.
La embarcación fue interceptada desde el guardacostas cuando faenaba a la altura de Comodoro Rivadavia. Los europeos aseguran que no se encontraban trabajando dentro de la ZEE; sin embargo, las autoridades no tienen dudas que que lo hacían dentro de las 200 millas.
Según pudo saber Pescare.com.ar, hay un dato que en principio fomenta esa línea de trabajo: el “Playa Pesmar Uno” operaba con el sistema de posicionamiento satelital apagado.
Fuente: Nuestromar