Cuando uno empieza a correr, quiere tener esos trucos, esas claves, esas ideas que nos permiten arrancar de la mejor manera posible. Empezar con el pie derecho, como se dice.
Estar orgulloso de cada paso
Cada entrenamiento vale y los primeros son, en proporción, los que más cuestan, porque hay que vencer la inercia del sedentarismo. Corremos distancias cortas a ritmos comparativamente lentos, pero eso no es algo malo, eso es lo que tenemos como punto de partida. Estamos mucho mejor que el que no salió y se quedó en su casa. Hay que estar orgullosos de cada avance, aun cuando creemos que es pequeño, pero en realidad no lo es.
Muchas personas no quieren arrancar porque dicen no estar en forma, sin darse cuenta que justamente hay que arrancar primero para luego lograr estar en forma.
Tener paciencia
Cada día es un avance, pero esos avances no son tan acelerados como muchos quisieran. Las cosas no salen de un día para el otro. En el running, el progreso es bastante más rápido que en otros deportes, pero hay que tener paciencia.
Es el hábito lo que facilita el progreso. Salir una vez, salir dos veces, mantenerse entrenando. Paciencia, se va a notar, los logros van a llegar, pero paciencia. Al final del primer mes ya habrá cambios, luego de tres meses no lo van a poder creer, en un año el cuerpo les habrá cambiado y las distancias que corren serán mucho mayores de lo que hacían al empezar.
Siempre recordar disfrutar
Hay una frase que nunca deben olvidar: nosotros elegimos correr. Nosotros decidimos salir a correr. Por lo tanto, siempre hay que tener presente el disfrute, hay que disfrutar de cada entrenamiento, incluso los que más nos cuestan.
¿Cuántas personas pueden tener el lujo de salir a correr y entrenar? Es un placer que aún siendo parte de nuestra vida cotidiana, debe siempre valorar. Disfrutar hace que los entrenamientos salgan mejor. No se trata de no exigirse, sino de sentir el placer de practicar un deporte con toda nuestra energía.
Premiarse por cada logro
Cada vez que las cosas nos salen bien, cada mes que completamos una carrera, nos podemos premiar comprándonos una remera, un par de zapatillas, comiendo una comida que no nos saque de la dieta pero que nos guste muchísimo. Dependiendo de la grandeza del logro, podemos elegir la grandeza del premio.
A veces ese premio puede ser ir a la siguiente carrera a alentar a los amigos. O invitarlos un café después de un gran entrenamiento. La sensación de los logros que vamos obteniendo puede ser reforzada con estas cosas. Eso es muy pero muy importante, porque no da lo mismo planear algo y cumplirlo que no hacerlo. Los premios no deben ser necesariamente materiales, pero sí debe sentirse la felicidad de las metas alcanzadas.
Respetar las reglas
Si quieren que el running sea algo que se incorpore a sus vidas, es importante respetar los códigos del running. Cuando uno arranca, todos saben cómo mínimo un poco más que nosotros. Escucharlos, prestarles atención, obedecer a esas ideas que ya tienen y que ya han probado. Realizar los entrenamientos de forma correcta, como nos dice el entrenador, hacer las cosas como corresponde.
Si nos anotamos en una carrera, respetamos el reglamento a rajatabla. Respetar con humildad los reglamentos del running para empezar como corresponde a correr. Desviarse del camino resta energía y empeora el progreso. Ir paso a paso haciendo lo adecuado es el camino que aunque parezca menos rápido es finalmente el que no irá llevando de forma más efectiva a nuestros mejores logros.
Fuente: Infobae