El hecho se registró minutos antes de las 9 y no fue una tragedia de milagro. Los autos estaban en la puerta de un taller mecánico y poco tiempo antes, el dueño del mismo y su hijo habían estado trabajando debajo de uno de los rodados.
Sandra, esposa del trabajador, contó en LA BRÚJULA 24 que los empleados municipales no circulaban a alta velocidad, pero se abrió un brazo estabilizador del transporte y eso impactó de lleno contra los vehículos.
“El fiat uno de mi hijo, por ejemplo, no sirve más, pero por suerte no les pasó nada a ellos. Vino gente del seguro, la policía, Guardia Urbana y el jefe de los muchachos que iban en el camión. Aparentemente se van a hacer cargo de todo”, sentenció.
Fuente: La Brújula 24