Luego de los inconvenientes que tuvieron lugar durante el fin de semana pasado, Néstor Erbín nos contó las últimas novedades que tuvieron lugar en el sector de calle Rubado, en torno a la suba de la marea y los trastornos que genera para los vecinos.
“La noche del jueves llegó a lo máximo porque pasamos de un poco de agua en la calle a tenerla en la puerta de casa. Llamamos a los bomberos, al 911 y a la delegada, pero el problema está en las compuertas. Que se inunde White, total, ¿a quién le importa?”, se preguntó indignado.
“En el año 2000 entró un metro y medio de agua en mi casa y perdí lo poco que tenía. Con trabajo, lo fui recuperando y ahora siento el mismo miedo”, agregó.
“A las 5 de la mañana del viernes el agua empezó a bajar, pero la calle es todo lodo y no se puede pasar. La delegada nos dijo que no puede hacer nada y nosotros sentimos que nadie nos ayuda. Parece tierra de nadie”, concluyó Néstor.