El mal desempeño del consumo minorista continuó su trayectoria descendente en los meses finales de 2018. En noviembre, tanto las ventas en canales minoristas como las de supermercados y shoppings reflejaron caídas de dos dígitos.
En el caso de las ventas en supermercados, en términos reales (es decir, sin contar el efecto nominal de la inflación sobre las cifras) las mismas cayeron un 12,5% respecto de noviembre pasado. Mientras tanto, lo comercializado en los grandes centros de compras, o shoppings, reflejó un recorte de 16,3% interanual.
En línea con los informes de los últimos meses, el instituto de estadísticas reflejó una baja de 14,7% en términos reales en ventas de autoservicios mayoristas. El descenso coincide con las estimaciones privadas de un “efecto contagio” a los canales mayoristas de lo que varios analistas ya plantean como otro año malo en materia de consumo.
El canal mayorista ya lleva acumulada una pérdida de 2,2% en los primeros 11 meses de 2018, mientras que las ventas en supermercados reflejaron un retroceso cercano a esa cifra para el mismo período, por 2,3%. Mientras tanto, las ventas en shoppings experimentaron un retroceso de 0,8% para enero-noviembre.
Es decir, el mayor golpe se vio en los puntos de venta que concentran productos del rubro insumos básicos y alimentos, mientras que los shoppings, que tienen una mayor diversificación de rubros de venta, recortaron ligeramente el impacto anual.
Las expectativas en el primer tramo de 2019 para el sector mercantil no muestran una mejora, ya que el consenso entre las consultoras privadas es de un estancamiento en el consumo hasta que entren en efecto las primeras subas de los acuerdos paritarios.
Fuente: Infobae.