El programa “Análisis de Inversiones Portuarias y Aeroportuarias en América Latina y el Caribe 2040”, impulsado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) busca identificar las necesidades de inversión portuaria y aeroportuaria en América Latina y el Caribe (ALC) hacia 2040.
Para desarrollar la visión de largo plazo el organismo le encargó a la empresa consultora ALG Transportation Infrastructure & Logistics la preparación de un estudio que revela que el desarrollo no ha sido homogéneo, sino que se ha focalizado en los grandes nodos portuarios.
En ese contexto, el reto es avanzar en la modernización del sistema portuario desde una perspectiva de red que englobe la totalidad del sistema portuario regional en materias como: modernización de la infraestructura portuaria, reforzamiento de los modelos de gobernanza, despliegue de infraestructura logística especializada, aseguramiento de la accesibilidad terrestre y la marítima.
Todo esto, en un escenario de fusiones y alianzas entre navieras, aumento del tamaño de los buques, entrada en servicio del Canal de Panamá ampliado, uso extensivo de la tecnología para la mejora de los niveles de servicio y sostenibilidad de las organizaciones.
Este panorama favorece una de las claves para el desarrollo del comercio exterior: la conectividad marítima de América Latina y el Caribe, que ha experimentado una mejora notable en la última década. Según la investigación encomendada por CAF, La región ha captado el interés de las empresas, que han adscrito los recursos adecuados para mejorar la oferta de transporte marítimo en aspectos cualitativos y cuantitativos.
Los promotores de esta mejora están en el crecimiento del mercado de exportación derivado del incremento del consumo por una mayor actividad económica y la generación de una nueva clase media y al aumento del índice de contenerización de la carga marítima.
Entre 2007 y 2014 el índice de conectividad marítima ha experimentado un crecimiento del 41%, por encima de cualquiera de los mercados de referencia a escala mundial.
“Esta dinámica debe seguir potenciándose para recortar el rezago existente de la región ALC (35,70) respecto a otros mercados más maduros como China (167,50), Estados Unidos (98,70) o Alemania (97,80) debido a la diferencia en el número de conexiones marítimas disponibles en cada uno de ellos y a la tipología de buques asignados”, argumenta el estudio elaborado por la consultora ALG Transportation Infrastructure & Logistics.
El incremento de la conectividad de América Latina y el Caribe se basa en la generación de un mayor número de servicios directos con Asia, Europa y Norteamérica en los nodos portuarios principales; y en la asignación de buques de mayor capacidad a dichos servicios.
En 2016 la principal ruta directa de servicios de transporte marítimo de la región fue la conexión entre Asia y la Costa Pacífico Sur, seguida por los servicios de Europa con América Latina-Caribe.
Reconfiguración de rutas
De cara al futuro, la región se enfrenta a un proceso de reconfiguración de rutas orientado a la generación de economías de escala. Las navieras tienen como objetivo optimizar la utilización de naves de mayor tamaño para ganar eficiencia en el transporte, beneficiándose de varios aspectos, según el documento publicado por CAF.
En primer lugar, la ampliación del Canal de Panamá ha permitido la circulación de buques de hasta 14.000 TEUs entre el Pacífico y el Atlántico, que hasta ahora tenían una limitación de hasta 4.500 TEUs. En segundo lugar, la entrada en servicio de nuevos buques de última generación en rutas troncales va a provocar un incremento del tamaño promedio de los buques en las rutas que sirven a América Latina y El Caribe (efecto cascada), puesto que las naves que antes realizaban los servicios troncales se trasladarán a otras rutas en busca de economías de escala.
Por último, el proceso de consolidación de navieras (mediante fusiones, alianzas, o diferentes modelos de acuerdos de colaboración operacional) va a permitir que las navieras aglutinen su carga en un menor número de servicios de mayor tamaño, con la consiguiente necesidad de reconfiguración de los servicios.
En este sentido, se puede anticipar que el esquema de servicios en la región sufra una importante reconfiguración en los próximos años. El reto de la región es orientar este proceso de modo que resulte en un aumento de la conectividad directa con los mercados principales.
En relación al transporte intrarregional el desarrollo del cabotaje y el transporte marítimo de corta distancia es muy limitado, por lo que es importante que los nodos primarios y estructurantes permitan generar una mayor competitividad en áreas secundarias de la región.
En relación al transporte fluvial, actualmente el desarrollo de este modo es todavía incipiente. Pero existe un importante camino para su desarrollo instrumentado mediante programas ambiciosos en varias regiones con el objetivo de alcanzar un mayor aprovechamiento de la red, destaca el informe publicado por CAF. (CAF / MUNDO MARITIMO)