La transferencia del Puerto de Buenos Aires a la Ciudad fue de los reclamos constantes que Mauricio Macri le hizo a Cristina Kirchner a lo largo de los 8 años que estuvo al frente del porteño. Durante el hacia las elecciones de 2015, el traspaso se convirtió en una de las promesas de campaña del mismo Macri. También la tomó Horacio Rodríguez Larreta, quien hoy ocupa el cargo que dejó el Presidente.
Finalmente, a poco más de un año de haber comenzado el mandato de ambos, la Ciudad de Buenos Aires inició el proceso para recibir la administración del puerto, que hoy está en manos del nacional. Lo hizo a través de una carta con fecha del 29 de diciembre de 2016, dirigida a Jorge Metz (Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables), junto al título de: “Requiere transferencia puerto Buenos Aires”.
El escrito, al que tuvo acceso Clarín, significó la instancia formal necesaria para dar inicio a las negociaciones por el traspaso. La respuesta aún no llegó, pero será afirmativa. Allí se conformará una comisión con miembros de la Ciudad y de la Nación para coordinar los pasos necesarios hasta concretar la transferencia. Entre ellos se encuentra uno de los temas más sensibles y por el cual, aseguran por lo bajo, hasta el momento no hubo ningún avance formal: el manejo del dinero del Puerto de Buenos Aires.
Los balances portuarios en 2016 arrojaron un superavit mayor a los $500 millones. Si bien esa plata puede ser reinvertida en obras ligadas al puerto, está prohibida su transferencia al Tesoro Nacional. Quien maneje las decisiones del puerto, dispondrá del dinero para ubicarlo donde crea conveniente. Hoy el control es de la Administración General de Puerto (AGP), a cargo de Gonzalo Mórtola, rugbier egresado del colegio Cardenal Newman, el mismo que Macri, y nombrado en su puesto por Guillermo Dietrich (Transporte).
Desde el Ejecutivo no están convencidos de perder de un momento a otro el manejo del paquete. Por tal motivo, las primeras negociaciones de la comisión definirán un esquema para quitarle de forma gradual la administración al Estado. Será en tramos y de a porcentajes, hasta alcanzar el 100% de la transferencia.
Para concretar el traspaso, también se deberán aplicar otras medidas: la Ciudad de Buenos Aires tiene que sancionar una Ley de Puertos, y definir sus límites sobre el río, entre las más importantes. Su elaboración está a cargo de la Unidad de Proyectos Especiales (UPE), desde donde aseguraron a Clarín que “se prioriza hacerlo de forma ordenada y prudente”. (Gonzalo Bañez Villar/Clarin).