Las importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) por el puerto local, que nacieron como provisorias en 2008, recién comenzarán a decaer en en 2021, según aseguraron distintos especialistas reunidos en un estudio denominado “Plataforma Escenarios Energéticos 2030”.
Las evaluaciones destacan que la apuesta a los hidrocarburos no convencionales -como el yacimiento de Vaca Muerta- no responderá a las necesidades urgentes del país, sino que dará frutos en varios años.
El análisis fue realizado por el Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética (CEARE- UBA), el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y Fundación Avina.
Según especialistas de la Asociación de Grandes de Energía Eléctrica de la República Argentina y la Unión Industrial Argentina (UIA) se pronostica una disminución de la importación de GNL desde los puertos de Bahía Blanca y Escobar a partir de 2021, estabilizándose hacia el final en 4 MMm³/día a partir de 2026 para uso en el
En cambio, para representantes del Comité Argentino del Consejo de Energía, en 2022 se eliminarán las importaciones de GNL, no siendo necesario ampliar capacidad de las instalaciones de recepción respecto de las existentes en la actualidad en Bahía Blanca y Escobar.
Otra visión fue la de la Cámara Argentina de Energías Renovables, cuyos miembros esperan que la producción de gas convencional decline hasta los 92 MMm3/d en 2022, y luego aumente gradualmente hasta los 97 MMm3/d, pero sin recuperar los valores actuales de producción.
“La producción de gas no convencional se mantiene hasta 2026, cuando comienza un crecimiento exponencial hasta alcanzar 43 MMm3/d. Esta proyección de la producción local permite limitar la importación de gas: se usa al máximo el contrato de importación de Bolivia, sin ampliarlo, y, de igual manera, se usan los dos barcos de LNG instalados actualmente (Bahía y Escobar), sin ampliar la capacidad de importación”, consigna el informe.
Entre las principales conclusiones que surgieron del análisis en perspectiva del sector energético se destaca que “la producción de Vaca Muerta y otras formaciones no convencionales no alcanzará volúmenes significativos hasta 2020 y en algunos casos hasta el 2025”, esto es no posibilitará resolver las restricciones proyectadas para la próxima década. La producción de Vaca Muerta comenzaría ser relevante entre 2020 y 2025
Incluso las principales conclusiones que surgieron del análisis fueron presentadas durante una conferencia en la Facultad de Derecho de Buenos Aires de la cual tomaron parte los representantes de los equipos técnicos de energía de los candidatos presidenciales más votados en las PASO: Pedro Miguel Martín, del Frente para la Victoria; Juan José Aranguren, del Frente Cambiemos; y Enrique Devoto, del espacio UNA.
“La marcada apuesta de la actual gestión al desarrollo de los hidrocarburos no convencionales pareciera no responder a las necesidades de generación de corto plazo, para la cual será necesario acudir a otras formas de abastecimiento”, sintetizó el informe.
De ahí que se mantendrá la necesidad de que el resto de la economía genere los recursos necesarios, por medio de exportaciones y endeudamiento externo, para cubrir las elevadas necesidades de importación de combustibles y incentivará la incorporación de fuentes renovables de energía. (Por Adrián Luciani; La Nueva)