Lo cierto es que en la esquina de Cárrega y Mascarello, pala en mano, el hombre estaba haciendo un pozo, hasta que en un momento clavó la herramienta y el ruido lo asustó.
Con la puntería de un francotirador, acertó de manera plena a un caño plástico de gas de dos pulgadas, el cual comenzó a perder de forma evidente.
Rápidamente los bomberos se abocaron a buscar frenar la fuga, al tiempo que le pedían a los vecinos de la cuadra, desenchufar los artefactos eléctricos, y apagar aquellos a gas.
Si bien en un primer momento se creyó que sería necesario evacuar las casas lindantes, finalmente no fue necesario, ya que los servidores públicos consiguieron obturar el caño.
Ahora en el lugar hay una cuadrilla de Camuzzi trabajando, pero ya sin peligro de explosión.
Fuente: Gentileza La Brújula 24.