Fue así que en mayo de 1909 se inició la obra, entregándose terminado el edificio el 31 de julio de 1910. Instaladas las maquinarias, la elaboración de harinas comenzó aquel mismo año, alcanzando en principio un promedio de 50 toneladas por día para llegar, a principios de 1913, a las 110 toneladas, máximo logrado operando las 24 hs. corridas.
El edificio constaba de dos cuerpos, uno que albergaba el molino propiamente dicho y el otro los depósitos de trigo, oficinas y anexos. El molino estaba dividido en cuatro secciones amplias y bien ventiladas. Tenía además una pequeña playa para el estacionamiento y movimiento de los vagones que operaban la carga y descarga de grano.
1 máquina separadora de cuerpos extraños
1 despuntadora del cereal
2 lavadoras
1 secadora
1 cepilladora
14 cilindros dobles
24 centrífugas para separar harina y sémola
El trigo era transportado desde los vagones a los distintos silos, de los silos pasaba a una máquina separadora y luego a la despuntadora, luego iba a las lavadoras donde era limpiado por una corriente de agua continua, para pasar después a las secadoras en donde permanecía bajo una temperatura de 60 a 70 grados centígrados durante 4 o 5 minutos. La operación de lavado era tan rápida que el agua no entraba al grano. En la etapa de cepillado se le daba al grano su primitivo color y brillo.
Finalmente en su paso por los cilindros el grano era convertido, en forma sucesiva, en harina, sémola, afrechillo o afrecho. Separados por las centrífugas, estos productos eran luego embolsados.
Para su embarque se empleaban cintas transportadoras cubiertas que conducían a uno de los elevadores instalados en el puerto.