Un grupo de paleontólogos liderado por Bernardo González Riga, investigador independiente del CONICET en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) y Director del Laboratorio de Dinosaurios de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), descubrió en el sur de esa misma provincia huesos fósiles de una nueva especie de dinosaurio que se encuentra entre las más grandes conocidas hasta el momento por la ciencia a nivel mundial. Hallados específicamente en rocas de fines del Periodo Cretácico, se estima que tienen una antigüedad de aproximadamente 86 millones de años.
“Esta nueva criatura a la que hemos nombrado Notocolossus gonzalezparejasi, proporciona una información clave sobre la anatomía de la extremidad trasera de los titanosaurios gigantes, los cuales son considerados como los animales terrestres más grandes que han existido”, afirma el investigador. El artículo que describe este gran descubrimiento fue publicado en Scientific Reports, una revista científica de libre acceso de Nature.
Se trata de saurópodos, es decir, de enormes herbívoros con largo cuello y cola y comprenden más de sesenta especies que vivían en todos los continentes. “Su peso variaba entre el de una vaca hasta el de una ballena jorobada y fueron los herbívoros más abundantes de Gondwana (continentes del Hemisferio Sur) durante el Período Cretácico, el tercer y último período de la Era Mesozoica”, dice el investigador. El tamaño descomunal y la localización argentina inspiraron el nombre de este género,Notocolossus, que se traduce como “gigante del sur”. El nombre de la especie – gonzalezparejasi – es en honor a Jorge González Parejas, un abogado con sede en Mendoza que hizo contribuciones significativas para la protección del patrimonio paleontológico.
Si bien , el carácter incompleto de su esqueleto, tal como ocurre en otras especies similares, impide realizar estimaciones definitivas , su húmero de 1,76 m de longitud es más largo que el de cualquier otro titanosaurio conocido, incluyendo los gigantes Dreadnoughtus, Futalognkosaurus y Paralititan. De hecho es el húmero más grande hallado para el Período Cretácico. Comparado con los titanosaurios mejor preservados se podría decir que la nueva bestia tendría más de 30 m de largo y pesaba alrededor de 60 toneladas “es decir cómo 13 elefantes juntos”, explica el investigador. Nuevas estimaciones de peso se encuentran en revisión en otros dinosaurios gigantes y coloca a Notocolossus entre los 2 0 3 más grandes del mundo. “Pero más allá de estos datos asombrosos, el tamaño no es una cuestión de récord, es importante desde el aspecto palaeobiológico, dado que nos interesa saber cómo caminaban, cómo se alimentaban y cuál era el comportamiento de estos gigantes”, afirma el González Riga.
Además, González Riga afirma que los pies de ese animal muestran características anatómicas diferentes y únicas entre los saurópodos, tales como metatarsos y falanges excepcionalmente cortas y robustas. Además los estudios evolutivos muestran como reducen el número de falanges a los largo del Cretácico. En base a esto, una nueva pregunta desvela a los amantes de la paleontología: ¿por qué estas enormes criaturas fueron encogiendo sus pies, a medida que se hicieron más robustos? Por ahora esto es un enigma, pero está en marcado contraste con la tendencia evolutiva observada en otro grupo de animales terrestres colosales, los elefantes y sus parientes cercanos.
“Ellos, en lugar de disminuir su número de huesos en los dedos del pie, los aumentaron a lo largo de su evolución. En suma, las patas traseras de elefantes y saurópodos muestran estrategias evolutivas diferentes para sostener sus cuerpos. Ahora que tenemos todo el pie de un titanosaurio gigante, podemos aprender más acerca de cómo estos dinosaurios fueron capaces de soportar más peso que cualquier otro animal terrestre en la historia de la vida”, señala González Riga.
El equipo liderado por González Riga está integrado por el Dr. Mathew Lamanna de Estados Unidos, el Lic. Leonardo Ortiz David (Becario de CONICET y Profesor de la UnCuyo), el Lic. Juan Pedro Coria, Curador del Laboratorio Dinosaurios de la UnCuyo) y el Dr. Joge Calvo, Profesor de la Universidad Nacional del Comahue (UNCOMA.)