Se había informado oficialmente que se crearía un área N° 5, que se sumaría a las 1, 2, 3A, 3B y 4, para extender el sector de búsqueda, luego de que los vehículos submarinos autónomos (AUV) mapearan el lecho marino sin resultados positivos hasta el momento.
La nueva zona en cuestión, según el detalle al que accedió LA NACION, es la más grande de las diseñadas y representa cerca del 40 por ciento de los 6954 kilómetros cuadrados que está mapeando la empresa Ocean Infinity, a cargo de la búsqueda científica del busque de la Armada Argentina.
A las 16 se había difundido el “informe de situación” N° 27 que detallaba: “Al momento del presente parte hay 5 AUVs (1, 2, 5, 6 y 7) en el agua, N° 1, 2, 5 y 7 en el área 4 y N°6 en área 5. Es intención de la empresa terminar áreas N°4 y 5 para posteriormente efectuar investigación de cañones del área N°2. Con respecto al procesamiento y análisis de los datos aún falta analizar parte de las áreas 2 (cañones), 3, 4 y 5”.
El informe además destacaba que se dirigían a los “puntos de interés” 9 y 10 para investigar con Remote Operated Vehicle (ROV), que cuentan con cámaras de video de alta definición que transmiten imágenes en vivo al buque Seabed Constructor, donde está montado el centro de operaciones.
Uno de esos dos puntos fue a al que se refirió esta tarde el ministro de Defensa, Oscar Aguad , y lo calificó de “señal importante”.
“Lo que sorprende es que no la hayamos visto antes. Encontramos a 280 metros (de profundidad) una señal importante”, dijo Aguad a la prensa, después de participar este viernes de una reunión del gabinete del presidente, Mauricio Macri, llevada a cabo en la residencia oficial de Olivos. Más allá del optimismo del funcionario, el punto en cuestión fue calificado como categoría “C”, es decir de “probabilidad fuerte”.
En los partes, la empresa detalla que los expertos analizan las “imágenes” creadas a través del sonido por los AUV y las califican en una escala de cinco niveles: la clase “A” corresponde a la identificación del submarino, la “B” una “probabilidad alta”, la “C”, es de “probabilidad fuerte”; la “D” refiere que a una “improbable compatibilidad”, y la E, “identificado como incompatible”.
Ese análisis se produce luego de cuarenta horas de exploración continuo de los equipos comandados en forma remota. Cuando se acaba la batería, son recuperados y se descargan los datos recabados por el sonar de barrido lateral, la sonda multihaz y el magnetómetro. Esto demora unas cuatro horas. El procesamiento posterior, lleva entre 10 y 12 horas más.
Una búsqueda “a éxito”
Los cambios y ampliación de la zona de búsqueda primaria tiene que ver con la potestad que cuenta la empresa para elegir dónde y cómo buscar al ARA San Juan, que desapareció con 44 personas a bordo.
Como el contrato establece que Ocean Infinity solo cobrará los 7.5 millones de dólares si encuentra al submarino, el interés de la empresa por resolverlo a la brevedad es aún mayor. El acuerdo, firmado por el Ministerio de Defensa, también establece que el tiempo mínimo de búsqueda deberán ser 60 días “efectivos”. Esto quiere decir que no se tiene en cuenta los días de navegación hasta llegar a los lugares de búsqueda o los regresos a puertos, previstos cada 28 días, para reabastecimiento y cambio de tripulación.
De la expedición participan como veedores cuatro familiares de los tripulantes del submarino y tres expertos de la Armada Argentina a quienes se les informa, minuto a minuto, sobre la investigación y los cambios que pudieran surgir dentro del plan de trabajo.
Fuente: Nuestromar