En el Acta 21 del Consejo Federal Pesquero se abordaron fundamentalmente temas relacionados al langostino, informes técnicos, solicitudes de nuevas prospecciones y llamados del sector empresario para convocar la Comisión de Seguimiento y la creación de una comisión Ad Hoc que intervenga en la formulación de un Plan de Manejo (Ver Piden una nueva prospección de langostino) pero además se aprobó el ingreso de dos nuevos barcos a la pesquería, el Don Gaetano de 32 metros y el Messina I, otro fresquero de 28,30 metros. Por otra parte, se dio aprobación parcial al pedido de justificación de falta de explotación de la cuota de merluza solicitada por el empresario Luis Caputo y se distribuyó cuota social a barcos de UDIPA; Chubut también distribuyó merluza y una de las empresas radicadas en esa provincia realizó un pedido adicional proveniente de la Reserva de Administración.
Mas barcos al langostino
Al mismo tiempo que las empresas reclaman un plan de manejo para el langostino y una urgente convocatoria de la Comisión de Seguimiento para determinar los pasos a seguir en la administración del recurso, el CFP aprobó la reformulación de proyecto de dos barcos para ingresar a la pesquería de forma definitiva.
Uno de los barcos beneficiados fue el Don Gaetano, propiedad del empresario Francisco Romano, que mediante el adosamiento del permiso de la lanchita amarilla Que Dios Se Lo Pague -deberá ir a desguace- pasará a contar con autorización de captura para 440 toneladas de langostino. La reducción del esfuerzo que requiere la política del CFP para dar vía a las reformulaciones, en este caso se da en 1385 toneladas del Don Gaetano.
El otro barco es el Messina I, del empresario Juan Taranto, que con la reformulación incorpora el permiso de la lanchita San Carlos, logrando una autorización de captura de langostino de 520 toneladas. En este caso la reducción del esfuerzo pesquero es insignificante, solo 59 toneladas de las que originalmente contaba el barquito San Carlos.
El único representante del Consejo Federal Pesquero que mostró preocupación por el aumento de la flota fresquera en la pesquería de langostino fue Adrián Awstin, de la Provincia de Chubut, quien argumentó su voto negativo diciendo que “considera que previo a avanzar en la reformulación de proyectos que implican el ingreso de nuevas unidades en la pesquería de langostino debería avanzarse en la definición del Plan de Manejo de esa especie”.
La oposición de Awstin y la propuesta realizada no encontró respuesta por parte del resto de los consejeros, ni siquiera de Silvia Giangiobbe, representante del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, que generalmente suele tener en cuenta las recomendaciones del INIDEP. Recordemos que en su último informe técnico el Programa de Crustáceos del Instituto mostró preocupación por el aumento desmedido del esfuerzo pesquero y las consecuencias que ello podrían tener (ver El INIDEP advierte sobre la presión pesquera en el langostino).
El crecimiento ordenado es la única alternativa viable para una pesquería donde existe una abundancia de recurso tal que ha trasformado el mapa pesquero y la generación de puestos de trabajo en tierra. A fin de mes se reunirá la Comisión de Seguimiento de la especie; las acciones consensuadas que de allí surjan, como el avance en el Plan de Manejo, serán determinantes en el futuro de la pesquería y de miles de nuevos puestos de trabajo que se han creado a lo largo del litoral marítimo patagónico.
Luis Caputo sigue pidiendo justificaciones
El empresario logró triste fama luego del hundimiento del Repunte, que dejó tres víctimas fatales y siete desaparecidos, quedando el Consejo Federal Pesquero, a su vez, fuertemente comprometido por ser el organismo que justificó la inactividad del buque sin que se realizaran los debidos controles. Ahora Caputo vuelve a pedir una justificación, en este caso de falta de explotación de su cuota de merluza; pero el fondo es siempre el mismo, el estado calamitoso de sus barcos.
El dueño de Ostramar SA explicó a los consejeros que no pudo capturar la totalidad de la cuota del barco Cabo Tres Puntas porque al finalizar una marea en noviembre de 2016 “solicitó a la PNA una prórroga extraordinaria del certificado nacional de seguridad de la navegación para realizar otras mareas durante el año 2016, solicitud que -afirma- le fue denegada por la autoridad marítima”. En consecuencia, para renovar el certificado debió realizar tareas en casco, superestructura y sistema de propulsión, “viéndose obligado a poner el buque en seco para la realización de las inspecciones correspondientes”.
Ante los argumentos presentados, el CFP decidió justificar parcialmente la falta de explotación, limitándola al 11,78% de la CITC correspondiente al año 2016; habiendo consumido el 71,58% de su cuota, el empresario no consiguió justificación para el 15,64% de su CITC. Queda claro en este pasaje del Acta 21 que Luis Caputo no cuenta con un solo barco en condiciones de navegar y el organismo rector de la pesca deberá plantearse si corresponde o no que el empresario mantenga en su poder permisos de pesca destinados a generar riqueza y trabajo, algo que hace mucho tiempo Luis Caputo no hace.
En el caso del buque Cádiz, de la firma Bertosa SA, se decidió justificar solo el 5,75% de su cuota. A juzgar por lo que surge del Acta, el hecho de haberse dedicado en parte de la temporada de 2016 a la pesca de langostino ha sido el motivo por el cual no logró justificar la falta de explotación de más del 20% de su cuota.
Temas administrativos
La Provincia de Buenos Aires decidió otorgar a tres empresas, miembros de UDIPA, cuota social de merluza y para eso contó con el apoyo del CFP. El argumento es garantizar el trabajo en tierra y por ello se le otorgó 120 toneladas de hubbsi a cada uno de los cuatro barcos que lo solicitaron: Belvedere; Tesón; Don Nicola y Rocío del Mar. Ahora las empresas Ritorno Sallustio y Cicciotti SA; Lunisa SA y Rocío del Mar SA deberán presentar certificados de procesamiento en tierra en plantas habilitadas, según establece la normativa vigente, cuyo cumplimiento –llamativamente- nunca fue exigido por el SOIP.
Chubut también distribuyó cuota social; fueron 2.500 toneladas que se asignaron a dos empresas, 1000 quedaron en poder de Altamare y 1.500 fueron para Estrella Argentina. A su vez Altamare solicitó asignación de volumen de merluza de la Reserva de Administración para el buque Puente Mayor, y el CFP deberá decidir su aprobación en la próxima reunión.
La firma Antonio Baldino e Hijos SA solicitó la transferencia definitiva de la cuota de merluza del buque Harengus a favor de otro barco de la empresa, el San Andrés Apóstol. A juzgar por la forma en la que se ha procedido en el último tiempo no sería extraña una nueva reformulación de proyecto para ingresar el Harengus al langostino.
Fuente: Revista Puerto