Luego de ser el impulsor de la restauración completa de las míticas estatuas del Club Comercial, dedicadas a Isaías Romano y Manuel “Melón” Troncoso, Angel Lomolino, vecino de nuestra localidad, contó su historia en el programa Minuto 22, que cubre la actualidad semanal de la entidad verdiamarilla.
“Todo arrancó un domingo de cancha, cuando miro las estatuas y las vi realmente destrozadas. Al terminar el partido le dije a Nico De Giorgio si podía arreglarlas; la comisión aprobó la idea y empezamos a mejorarlas. Yo les pedí los elementos necesarios y así arrancó todo”, señaló.
“Los chicos me miraban y me saludaban mientras hacía mi trabajo. Lo hice con muchas ganas y amor, sin ningún otro interés que no sea restaurarlas. Es la primera vez que hago algo de esta naturaleza. Siempre me gustó el dibujo, el diseño y armar cosas por el estilo”, contó.
“Cuando las vi me movieron las lágrimas. En su momento fueron vandalizadas y repuestas. Estaban con agujeros, los cuales fui tapando, arreglé la cabeza. Fue un trabajo a conciencia y bien detallista. La restauración me llevó dos meses. Fui sacando la pintura y las capas viejas, restauré la pierna de Troncoso, la mano de Romano, todo lo necesario para que queden lo mejor posible”, amplió Angel.
En el aniversario de Comercial, celebrado el pasado 1 de agosto, Lomolino fue homenajeado por su labor.
“Me invitaron sin saber que me iban a homenajear en el aniversario. Yo lo hice ad honorem porque mi intención no era ganar dinero. Fue un honor para mí y no me esperaba ese reconocimiento”, cerró.