La filosofía de Amazon consiste en controlar todos los puntos de la distribución y logística para sus clientes, aplicar cientos de cambios para mejorar el rendimiento y el coste. Así empezaron construyendo sus propios servidores, años después abrieron la plataforma a todo el mundo, y llevan tiempo siendo líderes e innovadores del concepto de la nube.
Las compras online tienen tres principales problemas: poder ver o probar el producto antes de comprarlo, la distribución hasta los hogares y empresas, y la seguridad de las transacciones. Amazon parece haber controlado el último, y tras muchos años necesitando a las grandes empresas de distribución de paquetería internacionales y nacionales allá donde opera. Pero Amazon parece dispuesta ya a operar la distribución final.
De sus almacenes y puntos de distribución al cliente final, sin contar con DHL, UPS, FedEx, MRW, etc. Los clientes están hartos de paquetes sin entregar, envíos tardíos, perdidos o robados. Las empresas de paquetería van a tener que competir con su primer cliente.
Aviones de carga
Alex Lennane en TheLoadstar, un medio especializado en distribución y logística, publicaba como Amazon había solicitado 60 aviones 767 de carga. Y la industria de la mercancía aérea estadounidense parece haber entrado en shock. Los aviones, denominados “767f”, son el modelo preferido por los operadores de mercancía mundiales.
Las operaciones parecen estar en marcha en Ohio, donde todas las pistas indican que Amazon está realizando las pruebas de estos envíos, desde el aeropuerto de mercancías de Wilmignon Air Park, informaba Motherboard en diciembre.
Barcos
El propio Petersen publica que ha obtenido verificación de autoridades estadounidenses han concedido una licencia para transporte oceánico de mercancías a Amazon China.
Esto es realmente importante, y destaca la capacidad de Amazon para conseguir que el enorme tejido industrial productor Chino tenga otro acceso más a los hogares estadounidenses. Amazon China, de aplicar el mismo espíritu de cambios y ajustes para reducir costes y aumentar la productividad de sus transportes, podría revolucionar como se mueven los bienes a través el Pacífico, en una de las rutas comerciales marítimas más grandes del mundo.
Actualmente, los costes del transporte oceánico han sufrido una rebaja importante de precio. Petersen lo explica así: Actualmente cuesta menos de 10 dólares enviar un televisión en barco a través del Pacífico. Los barcos no serán inmunes a la automatización de sus funciones, y pronto flotas de barcos totalmente autónomos o con mínima tripulación, podrían ser los encargados de la distribución masiva de bienes a través de los mares. Con el coste de los combustibles en mínimos de la década.
Prediciendo qué comprarás
Si acaba ofreciendo este servicio a otras empresas, Amazon además captaría una información muy valiosa, pues tiene que revelar los detalles de la carga que envía cada vez que pasa por el sistema aduanero de un país. Esta información sería muy útil para Amazon, que aprendería qué productos se están transportando, y por ende, vendiendo más, y ajustar inventarios presentes y futuros de forma acorde.
Hasta tu casa
También recordemos que Amazon ya distribuye desde sus centros de distribución una innumerable cantidad de objetos vendidos por otras empresas. Y con el lanzamiento de Amazon Flex la empresa con sede en Seattle buscaba una flota de empleados que realizaran la entrega final de sus paquetes. Amazon Flex ya opera en muchas de las ciudades más importantes de Estados Unidos como Miami, Dallas, Austin, Las Vegas o la propia Seattle, y llegará pronto a dos de las más grandes: Nueva York y Chicago.
Sin contar con elementos más minoritarios en principio como la entrega final en drones, con la que buscan una alternativa de ultra bajo coste para entregar mercancías pequeñas a gente viviendo en hogares individuales cerca de sus centros de distribución.
Una flota de camiones y furgonetas de distribución urbana de Amazon sería el último paso, y el más visible para el consumidor en su hogar. Cuando vea furgonetas de Amazon recorriendo sus calles, o el logotipo de Amazon en la gorra del repartidor que le entrega un pedido.
Fuente: noticiaaldia.com