Con los casos de Coronavirus en aumento, este domingo se informaron 43.487 -28% más que la semana previa-, el Ministerio de Salud de la Nación quiere acelerar el ritmo de vacunación contra el Covid-19. El Gobierno espera apuntalar la aplicación de la dosis de refuerzo, o “tercera dosis”, la cual 12 millones de argentinos aún no se aplicaron pese a que la disponibilidad es amplia.
Para ilustrar la situación, desde enero -mes con mayor número de contagios por Ómicron– a la actualidad, la vacunación bajó ampliamente: el 7 de enero hubo 568.000 aplicaciones en solo una jornada, mientras que el promedio de inoculación de esta semana fue de unas 130.000 dosis diarias.
Así, para enfrentar la cuarta ola y que esta no impacte en el índice de mortalidad causado por el Covid-19 es preciso cerrar esta brecha en la que, quienes completaron su esquema original de dos dosis, ahora perdieron la protecciónde estas vacunas si no se aplicaron el refuerzo: a esto apuntan desde Salud.
Mientras que el Gobierno espera que el número de aplicaciones de vacunas crezca en las próximas semanas, es preciso poder reconocer los efectos adversos -generalmente leves- que pueden generar los sueros contra el Covid-19 para poder tratarlos de forma correcta.
En esta línea, un nuevo estudio publicado en la revista de divulgación científica JAMA Cardiología, llevado a cabo por la División de Uso e Información y la Agencia Sueca de Productos Médicos; monitoreó dos nuevos efectos adversos sobre distintos voluntarios vacunados en países nórdicos: la miocarditis y la pericarditis.
COVID: MIOCARDITIS Y PERICARDITIS, LOS NUEVOS EFECTOS ADVERSOS DE LA VACUNACIÓN
El estudio, realizado en 23 millones de individuos residentes en Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia, analizó tanto a vacunados con una dosis contra el Covid-19 como con dos dosis.
El análisis descubrió que tanto la miocarditis como la pericarditis pueden ser causadas por las vacunas de Pfizer y de Moderna contra el Covid, sin embargo, su incidencia no es alta y pueden considerarse efectos adversos raros o poco frecuentes.
De los 23 millones de residentes nórdicos analizados, 105 presentaron casos de miocarditis y 115 casos de pericarditis luego de recibir la vacuna de Pfizer. 15 individuos vacunados con Moderna también sufrieron pericarditis mientras que 60 sufrieron miocarditis, es decir, inflamación del miocardio, el tejido muscular del corazón.
“El riesgo de miocarditis después de la primera y segunda dosis de las vacunas de ARNm contra el SARS-CoV-2 fue mayor en hombres jóvenes de 16 a 24 años después de la segunda dosis”, detalla el estudio.
“Las tasas de incidencia de miocarditis durante el período sin vacunación fueron de 9,7 por 100.000 años-persona para los hombres y de 4,3 por 100.000 años-persona para las mujeres“, detalla además el estudio, el cual además resalta la mayor incidencia de esta afección en hombre entre 16 a 24 años (18,8 por 100.000 años-persona).
En los hombres, la pericarditis, es decir, la inflamación del pericardio, la “envoltura” del corazón; siguió un patrón similar a la miocarditis según la vacuna y la edad, pero con una tasa interna de retorno (TIR) más bajas.
PERICARDITIS: ¿QUÉ ES Y QUÉ PELIGROS REPRESENTA?
La pericarditis es la inflamación de la doble membrana que envuelve al corazón, el pericardio. Tal como explica la clínica de la Universidad de Navarra, esta afección “Puede dar lugar a derrame pericárdico (formación de líquido entre la membrana que está pegada al corazón y la que está en contacto con los pulmones) y también puede dar lugar a engrosamiento, retracción y calcificación del pericardio“.
Sin embargo, “el pronóstico es bueno en la mayoría de los casos” y, con el tratamiento adecuado -que suele durar entre dos y tres semanas- los síntomas suelen desaparecer en unos días.
Aunque en el 15-30% de los casos la pericarditis puede aparecer nuevamente, generalmente la recurrencia será benigna y sin secuelas. Los síntomas más habituales de la pericarditis, algunos de los cuales pueden ser confundidos con un ataque cardíaco, son:
- Dolor centro-torácico.
- Fiebre.
- Taquicardia.
- Tos.
- Dolor al tragar.
“Aparecen otros síntomas cuando hay derrame pericárdico, sobre todo si es abundante y se produce en poco tiempo (puede haber dificultad para respirar, mareo, etc)”, explican desde la Universidad de Navarra.
MIOCARDITIS: ¿QUÉ ES Y QUÉ PELIGROS REPRESENTA?
La miocarditis es la inflamación del músculo cardíaco, el miocardio. Esta afección puede generar arritmia, es decir, el aceleramiento del ritmo cardíaco, además de la disminución del bombeo del corazón.
Se debe consultar con un médico ante síntomas de miocarditis en sus etapas tempranas, los cuales se pueden confundir fácilmente con un ataque cardíaco. El tratamiento de esta afección se da en base a la causa de la miocarditis, por lo que es necesario acudir a un especialista.
En cuanto a la miocarditis grave, esta “debilita el corazón, por lo que el resto del cuerpo no recibe suficiente sangre”. Además, esta inflamación en sus etapas graves “puede formar coágulos en el corazón, lo que podrían provocar un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco”.
“Si transitas las primeras etapas de la miocarditis, podrías tener síntomas leves, como dolor de pecho, latidos cardíacos rápidos o irregulares, o falta de aire. Algunas personas que se encuentran en las primeras etapas de la miocarditis no tienen ningún síntoma“, explica Mayo Clinic en su sitio web.
Ante esto, los síntomas más normales suelen ser:
- Dolor de pecho
- Latidos cardíacos rápidos o irregulares (arritmias)
- Falta de aire, ya sea en reposo o durante la actividad
- Acumulación de líquido con hinchazón de las piernas, los tobillos y los pies
- Fatiga
- Otros signos y síntomas de una infección viral, como dolor de cabeza, dolor de cuerpo, dolor en las articulaciones, fiebre, dolor de garganta o diarrea.
Fuente: Cronista.