En el comienzo de una nueva temporada de Podemos Hablar, el ciclo conducido por Andy Kusnetzoff de los sábados por la noche en Telefé, Abel Pintos fue uno de los invitados destacados y, entre distintas anécdotas y vivencias de su carrera, recordó su infancia y el pasado en Ingeniero White, el puerto y el Barrio Vialidad.
“De chico vendía diarios. Los iba dejando en las casas de mi barrio. Yo vivía es un barrio de monoblocks y los dejaba casa por casa. A la madrugada los levantaba y después se repartían. También trabajé en la despensa de un amigo de la familia”, recordó.
“Otro verano, en Ingeniero White, en el puerto, pelábamos camarones y langostinos. En un momento me ofrecieron, como era costumbre en el barrio cuando cumplías 16 años, el derecho a embarcarme. Pero no llegué a eso”, amplió Abel en su relato.
Y, obviamente, nombró al teatro y sus inicios artísticos: “Mi padres trabajaban en la Sociedad de Fomento y ayudaban a mantener el hermoso teatro. Todos dábamos una mano. Yo había arreglado que cada vez que venga un artistas de Buenos Aires me dejen ver la prueba y los ensayos para aprender. Yo ya cantaba en Bahía, pero no me conocía nadie”.
Y cerró: “Un día vino Raúl Lavié y yo fui de mozo en el almuerzo con comidas típicas que hubo para recibirlo. Un periodista le dijo que yo era el cantor del lugar; tenía 11 años y Raúl me dijo que era muy chico. Como yo ya había grabado un disco, se lo mostré y me dio una mano enorme. Siempre fui Abel Pintos, aunque en ese momento no era conocido”.