Abel Pintos sigue teniendo, de adulto, el recuerdo de un amor de su infancia que todavía lo hace llorar como un niño. La historia tiene dos protagonistas: una nena llamada Corina que gustaba de él, y él mismo, que en la fiesta del día de su Primera Comunión no pudo responderle el ‘te quiero’ cuando ella se lo dijo y la vio por última vez.
El cantante nacido en Bahía Blanca el 11 de mayo de 1984 y criado en Ingeniero White contó por primera vez esa historia en el programa PH Podemos Hablar, conducido por Andy Kusnetzoff. Y se conmovió tanto con la anécdota, sencilla y emotiva, que rompió en llanto apenas empezó a hablar y pidió perdón.
Abel Pintos y el beso en el cachete que no fue
Resulta que su amiga Corina, que sin duda alguna gustaba de él, se tenía que ir antes de la fiesta de su Primera Comunión porque no se podía quedar mucho por un tema de salud, acerca del cual no dio más datos.
“Corina me mandó decir a través de otra amiga que me quería dar un beso en el cachete. Me encantó la aclaración. Y cuando yo le di un beso, ella me dijo ‘te quiero’, pero no le pude contestar porque no sabía cómo decir ‘te quiero’ y no la vi nunca más. La recuerdo cada día de mi vida”, recordó el cantante.
Corina se fue y Abel Pintos nunca más volvió a verla. “Seguro que ella ya lo sabe, ya sabe que la querías”, le dijo Andy, mientras el cantante se retiraba hacia atrás porque no podía dejar de llorar, pidiendo perdón por haber recordado la historia por primera vez. Y detrás suyo, escuchaban también con mucha angustia Denise Dumas (que también lloró), Coco Sily, Magui Bravi y Pipo Gorosito.
Sus inicios en la música
Para la misma época de su Primera Comunión, a sus 9 años, también fueron sus inicios en la música. El pequeño Abel entró en un coro, donde enseguida lo eligieron como solista para que se luciera con su bella voz. Y tanto le gustó cantar en público, que a los 11 años decidió que sería cantante.
Tres años después, con solo 14 años, le alcanzó junto con su papá un demo en casete a Raúl Lavié, que estaba comiendo en el restaurante de la Sociedad Italiana del Teatro Ingeniero White. El experimentado cantante de tangos lo ayudó con el primer empujón, al conseguirle su primer productor.
Según cuenta la leyenda, Raúl Lavié quedó tan conmovido por las canciones del joven bahiense, que le prometió que haría todo lo posible por ayudarlo a lanzar su carrera artística. El propio Lavié lo recordó así, en otra entrega del mismo programa: “De pronto él se me acerca y me dice ‘Señor, señor, me llamo Abel y canto, me gusta mucho cantar.”
Lavié recordó que fue “impactante” escuchar la voz de Abel Pintos en el casete. Cuando regresó a Buenos Aires, le entregó el demo a quien se convirtió en el primer productor del adolescente. Y aseguró que no se movió de su lado hasta que no escuchó desde la primera hasta la última canción.
“Se lo hago escuchar y bueno, ahí empezó la historia de este pibe”, contó con modestia Raúl Lavié. Desde entonces, la carrera de Abel Pintos –casado en 2021 con Mora Calabrese, madre de su hijo Agustín y embarazada de Rosario– se convirtió en un gran éxito, con once discos de estudio y tres en vivo, y muchísimos premios ganados.