Productores de frutas de Río Negro y Neuquén regalaban este martes por la mañana unos 10.000 kilos de manzanas y peras en la Plaza de Mayo para visibilizar la situación de “quebranto” de la actividad, afectada por falta de rentabilidad desde 2011 y la reciente apertura de importaciones.
El presidente de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén, Jorge Figueroa, dijo a NA que el sector coincide con el Gobierno en el “diagnóstico de quebranto”, pero “no en las soluciones” que podrían aplicarse para evitar la desaparición de los fruticultores.
“El presidente (Mauricio Macri) sale a tocarle el timbre a la gente y ahora nosotros venimos a tocarle el timbre a él para que su administración reaccione y nos de una mano, porque los productores están desapareciendo”, dijo Figueroa.
Cientos de personas se acercaron a la Plaza de Mayo con bolsas y changuitos para llevarse un kilo de manzana en medio de la angustia de los productores por una crisis que se inició con el kirchnerismo en 2011 y se profundizó en los últimos meses con la gestión Macri por la apertura de importaciones.
Si bien se iba a entregar un kilo por persona, los productores decidieron convidar sólo hasta tres manzanas por asistente debido a que la gran multitud superó las expectativas de los organizadores, lo que generó enojo en algunas personas que no comprendieron lo simbólico de la medida.
Los productores reciben 3 pesos por cada kilo de manzana cuando el costo de producción es de 4,50 pesos, por lo que tienen un quebranto de 1,5 pesos por cada kilo, mientras que el producto se comercializa a 28,10 pesos promedio en los supermercados y el Estado recauda 3,10 pesos en concepto de IVA.
“La manzana llega al consumidor un 851% más cara de lo que cobra el productor. Y en el caso de la pera es peor, porque al productor le pagan 2,10 pesos y a la góndola llega a 23,50 pesos, lo que significa un incremento del 1009 por ciento”, denunciaron los productores.
Para salir de la situación de ahogo, los productores piden políticas de compensación a través de una ley que genere un fondo anticíclico hasta tanto economías regionales como esta alcancen “parámetros normales” de competitividad, en un mundo con la demanda en retroceso.
Buenos Aires, NA.
Fotografía: La Nación.