El alcohol está implicado en el 50% de los accidentes de tránsito que provocan muertes o discapacidades definitivas. La combinación de la conducción y alcohol en la Argentina provoca anualmente más de 4.000 muertos y 20.000 discapacitados definitivos. La mayoría de ellos son menores de 35 años de edad.
Cualquier alcoholemia por pequeña que sea, puede alterar la capacidad de conducir, incrementando el riesgo de padecer accidentes. Por ello, la tendencia a nivel internacional es ir rebajando las tasas máximas permitidas. El alcohol es una droga fundamentalmente depresora del sistema nervioso central y en la intoxicación alcohólica aguda produce de acuerdo al nivel de consumo 4 períodos (Inestabilidad / Confusión/ Estupor/ Coma).
En los ’90, las cuatro causas principales de choques fatales eran exceso de velocidad, alcohol, sobrepasos en zonas de doble línea amarilla y el sueño. Sin embargo, en los últimos años, el uso de celular se ha transformado en un protagonista de accidentes de conducción. Estudios realizados en distintos países sugieren que la proporción de conductores que utilizan teléfonos móviles durante la conducción ha aumentado en los últimos 5-10 años, desde 1% a un 11%, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Su uso hace que los conductores saquen los ojos del camino, las manos del volante y la mente de la ruta. Existe una creciente evidencia que demuestra que la distracción causada por los teléfonos móviles puede reducir el rendimiento del manejo de diferentes maneras, por ejemplo, generando tiempos de reacción más largos. No solo en el tiempo de reacción de frenado, sino también en la reacción ante señales de tráfico. También genera dificultad para mantener el carril correcto, y una reducción general del entendimiento de la situación de conducción.
Escribir mensajes de texto mientras se conduce parece tener un impacto particularmente negativo en el comportamiento al volante. Al ser una forma de bajo costo de comunicación, el uso creciente de este servicio es probable que genere importante problema de la seguridad vial. Los conductores jóvenes son más propensos a utilizar un teléfono móvil durante la conducción vulnerables a los efectos de la distracción, dada su relativa falta de experiencia al volante.
En un estudio realizado en la Universidad de Utah con un simulador de manejo se comparó la dinámica de conductores consumidores de alcohol leve con los que usaban el celular. El mismo mostró un comportamiento de riesgo similar entre ambos grupos, lo que se traduciría en graves y crecientes repercusiones debido a la mayor utilización en todo el mundo.
Sea el uso del celular, el consumo de alcohol u otra situación que impacte en el manejo, es importante recordar al momento de subirnos al auto que cada año cerca de 1,3 millones de personas mueren y 50 millones resultan heridas como consecuencia de accidentes de tránsito.
Por Ignacio Aladro para iprofesional.