Durante el Encuentro de Protagonistas, realizado la semana última en la UCA, Mórtola dijo que es voluntad de la cartera que encabeza Guillermo Dietrich llamar a licitación pública e , durante el primer de 2017, para dar en concesión por entre 20 o 25 años, las terminales de Puerto Nuevo. El principal cambio es que serán dos, y no tres, las empresas que operarán los muelles.
Antes de confeccionar los pliegos el Gobierno realizará los estudios y se definirá por alguno de los 3 a 4 proyectos que cambiarán definitivamente el diseño centenario de “peine” por uno más moderno que incluirá el relleno de dársenas y la profundización de los muelles. Los silos desaparecerán una vez que el litigio judicial que frenaba su remoción quede definitivamente resuelto, en breve.
Los cruceros ocupan un lugar de relevancia absoluta en los planes: contarán con una terminal dedicada concesionada a entre 30 o 40 años. La intención oficial es que sea operada por al menos dos empresas referentes del mundo de los cruceros.
La escollera, en principio, no será corrida. Y respecto de la zona de giro de los buques se realizaron simulaciones con modelos tipo new panamax que, según la AGP, demostraron que “sobra” espacio de maniobra. El cabotaje de barcazas tendrá su propio sitio. No se definió si tendrá su propia licitación o integrará el pliego junto con el de las terminales.
El “relleno” será utilizado para pasar gran parte de los depósitos fiscales, entre ellos, Murchison, Gemez y Capitán Cortez. Para los vacíos, en tanto, se estudian terrenos que hoy pertenecen a la Policía o bien avanzar con la opción del Mercado Central, confiando en que podrá operarse por completo con los trenes que unen aquél predio con el puerto.
Más allá de las concesiones, se prevé solucionar en breve la automatización del pre gate, solución que surgió luego de un acuerdo con Valencia Port.
Volviendo a los concesionarios modelo 2019: el pliego obligará a que se hagan cargo de los trabajadores. Luego, si alguno de los actuales operadores (DP World, HPH o APM Terminals) llegara a adjudicarse la nueva concesión deberán comenzar con las obras comprometidas de inmediato. Mórtola negó que se piense en licitaciones a medida de los actuales operadores porque el pliego prevé “el cambio de diseño del puerto”. Y agregó: “Bienvenida la competencia. Dos titanes se van a pelear por Buenos Aires”. (Por Emiliano Galli; La Nación).