No pudo ser mejor el inicio de gestión de Arturo Rojas como presidente del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén. A pocos días de asumir, retornó el de remolque a jornada completa, situación que favorece los costos operativos y la previsibilidad del puerto a nivel internacional.
“Este era de los principales objetivos de gestión que nos habíamos planteado. Tener un puerto operativo las 24 horas del día y lograr un fuerte impacto social que redunde en una mayor cantidad de directo e indirecto”, resaltó Rojas.
Al respecto recalcó que “necesitábamos una solución y lo hemos logrado con el apoyo incondicional de las autoridades nacionales, provinciales y aquellos que integran la cadena de valor”, remarcando que “con una proyección operativa anual de 6 millones 200 mil toneladas, el acumulado de treinta buques en rada y anunciados para arribar en las próximas jornadas nos permitirá, a partir de ahora, ser más competitivos, fortalecer el hinterland portuario y generar mayor cantidad de mano genuina” sentenció.
A juicio de Arturo Rojas agregó, “las condiciones óptimas de calado, la previsibilidad internacional, un mayor aprovechamiento de bodega, el embarque de buques de mayor tamaño y la mayor capacidad de movimiento de mercaderías representan algunas de las condiciones que volvían un servicio de remolque durante las 24 hs. prácticamente indispensable”.
Para concretar este logro, Rojas destacó el “constante apoyo de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, del ministro de la Producción Jorge Elustondo y del subsecretario de Actividades Portuarias Marcelo Lobbosco, y de las autoridades nacionales junto al esfuerzo realizado desde todos los sectores involucrados, hicieron posible que abordemos la solución que hasta el momento resultaba imposible”.
Por su parte, el titular de la agencia marítima Sea Lion, Miguel Mancinelli, exclamó que “va a cambiar totalmente la de Puerto Quequén. Los millones de toneladas que fugaban hacia Bahía Blanca ahora van a venir a Quequén. Vamos a tener un incremento importante en el número de buques, llegando a operar 350 navíos por año, con lo que implica en generación de trabajo directo e indirecto. Al ser más rápidos para entrar y sacar buques, vamos a ser más competitivos. Si todos colaboramos podemos llegar a ser el mejor puerto de la Argentina. La novedad se recibe con total beneplácito entre los operadores locales y va a traer muchos beneficios a nivel internacional”.
Normalidad
El práctico Capitán Guillermo Zimmermann aseguró que “es la vuelta a la normalidad, siempre se había operado 24 horas. Se trata de la finalización de algo que nunca debería haber ocurrido. Ni siquiera era válido como reclamo gremial. La medida produjo terribles daños a la economía de nuestro puerto. Más aún en un puerto que siempre lucha contra las condiciones meteorológicas. Todos los esfuerzos por el desarrollo de las obras de dragado, la extensión de la escollera sur, y otros trabajos para mejorar las condiciones de operatividad, se veían perjudicadas por esta medida sindical. El remolque debe estar al servicio del buque y los buques trabajan las 24 horas”.
Desde el 15 de mayo de 2010, el servicio de remolcadores en el puerto se extendía durante turnos rotativos de 12 horas de trabajo por 12 horas de descanso. La inactividad de los buques significa pérdidas irreparables para el negocio agroexportador. En reiteradas ocasiones, por las intermitencias en el servicio, buques que finalizaban su carga y se disponían para zarpar en un momento en el que el servicio de remolcadores se encontraba en descanso quedaban paralizados dentro del puerto a la espera del remolque y de su coincidencia con los horarios de pleamar. Incluso extendiendo su estadía por varias jornadas por cambio en las condiciones climáticas, velocidad del viento o altura de ola, el cierre o la restricción de puerto.
Más aún, desde que el Consorcio había conseguido la iluminación de la pileta de maniobra, Puerto Quequén podía recibir buques en horario diurno y nocturno. Sin embargo, con esta medida gremial, incluso esta ventaja operativa se veía minimizada.
Con la previsibilidad de calado, una nueva terminal de embarque y la operatividad absoluta de Puerto Quequén favorece los costos operativos para la conexión eficiente y ágil de las cargas argentinas con el mundo. (Transport & Cargo)