Un aviso clasificado publicado el domingo 17 en La Nación y replicado una semana después en el mendocino Los Andes, disparó la alarma. Resulta que la minera brasileña Vale, con la concesión de la mega mina de potasio en el sur mendocino, remata 42.000 toneladas de rieles y una máquina que hace traza ferroviaria, todo a través del conocido rematador Adrián Mercado.
El detalle es que el llamado Proyecto Potasio-Río Colorado, es sólo viable –en los volúmenes originales– con un trazado ferroviario desde el yacimiento, al sur de la provinicia de Mendoza, en el departamento de Malargüe, y los puertos del Atlántico.
Justamente por ese aviso, el gobierno de Alfredo Cornejo entró en pánico y pidió explicaciones urgentes a la minera. La respuesta fue una sorpresa: Vale va a reactivar la mina en el mediano plazo, aunque de las 4,3 toneladas anuales de material que pensaba extraer, bajó esa meta a 1,5 toneladas, bastante menos de la mitad. Con ese volumen, se hace innecesario construir una vía hasta el Atlántico. De ahí el remate de rieles y maquinaria.
No obstante, según fuentes cercanas al Gobierno provincial, se le solicitará a Vale primero el nuevo plan de negocios detallado, con todas las modificaciones necesarias a la Declaración de Impacto Ambiental original y un apartado sobre cómo se transportará el material. Se especula con que será por camiones, lo que, teniendo en cuenta el volumen ahora previsto, es viable.
En enero pasado, el CEO de Vale en Argentina, Edoardo Santana, visitó Mendoza para interiorizarse del “nuevo panorama”, más “amigable” que el anterior, en relación al gobierno de Cristina. Con todo, Santana no se comprometió a nada, aunque indicó que analizarían las posibilidad de continuar con el proyecto, en el que hasta el momento se habían invertido 1.500 millones de dólares, según la compañía.
En el Gobierno mendocino, luego de varias horas de desconcierto, convocó a una conferencia de prensa para este martes donde se deran los detalles de lo que ahora publica LPO en exclusiva.
Los trabajos en Malargüe se paralizaron en enero del 2013, cuando el Gobierno nacional le negó a Vale beneficios fiscales. En ese momento, los brasileños adujeron atraso cambiario e inflación como los motivos de la paralización de las obras, aunque luego se supo que la situación mundial de la empresa era poco menos que desesperante. Con todo, los trabajos se detuvieron causando una ola de despidos importante en la provincia.
El plan de Vale era producir por año 4,3 millones de toneladas de potasa, una sal de potasio que, junto al nitrógeno y al fósforo, funcionan como fertilizantes para el crecimiento de cultivos. En Mendoza, la empresa llevaba invertidos hasta el momento de paralizar las obras, 1.500 millones de dólares, de un total de 6.300 millones.
Fuente: La Politica Online.