El oficialismo confía en contar este martes con al menos los 129 diputados necesarios para iniciar en la Cámara baja el tratamiento del proyecto de ley que habilitará el acuerdo con los fondos buitre, en una sesión que pronostican será maratónica y con encendido debate.
Para cerrar un acuerdo de último momento se realizará un cambio en el proyecto con el fin de que no queden dudas de que la iniciativa quedará supeditada a que la Corte de Apelaciones de Nueva York dé vía libre para los pagos y habilite el acuerdo con los bonistas que no entraron a los canjes de deuda.
El macrismo consiguió el quórum pese a las dudas generadas en los bloques del Frente Renovador de Sergio Massa y del Justicialista de Diego Bossio, tras el fallo de la Corte de Apelaciones de Nueva York que habilita continuar con las restricciones contra la Argentina hasta el 4 de abril.
Tras una reunión de bloque, Massa aseguró que sus diputados votarán “a favor” de derogar la ley Cerrojo y de Pago Soberano, pero consideró necesario “tener la garantía” de que esa posición no abrirá nuevos juicios contra la Argentina, por lo cual se propondrá modificar un artículo de la ley, para lo cual habría consenso en el oficialismo.
“Los acuerdos no se pagan, no son válidos, hasta que no se levanten las restricciones contra la Argentina”, sostuvo Massa, y reveló que en su bloque “nunca planteamos la posibilidad de no dar quórum, porque nos pagan para sesionar”.
El bloque de diputados del Frente para la Victoria (FpV) que encabeza Héctor Recalde no bajará en principio al recinto pero tiene previsto participar de la sesión si finalmente el macrismo logra el quórum.
La Cámpora, bajo la consigna “Argentina o Buitres”, llamó a realizar un abrazo simbólico al Congreso a partir de las 18:00 para oponerse al proyecto que prevé derogar la ley Cerrojo y modificar la de Pago Soberano.
Una hora antes se concentrarán allí las fuerzas de izquierda, por separado de los kirchneristas.
La eliminación de estas leyes es una de las exigencias del juez neoyorkino Thomas Griesa para cerrar definitivamente los preacuerdos que el Gobierno de Mauricio Macri alcanzó con los fondos buitre cuya cabeza visible es el multimillonario Paul Singer.
Buenos Aires, NA.