Luego de cuatro años flojos, la exportación de trigo por el puerto local se reactivó de manera considerable, alcanzando valores tradicionales. “Los embarques de trigo tienen una clara estacionalidad (enero-marzo), concentrada después de la cosecha. Mientras que en los últimos años se había roto la tendencia y no se respetaba el patrón, lo que está sucediendo en 2016 se asemeja a lo histórico”, sostuvo ayer Iván Ullmann, miembro de la dirección de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales.
Según el economista, “la eliminación de las retenciones a algunos cereales –-como trigo y maíz– y de los permisos ROE, sumada a la depreciación cambiaria, hizo más competitivas a nuestras exportaciones, logrando así entrar a mercados a los que antes no se llegaba, como el norte de África y el sudeste asiático”.
“La semana pasada hubo un ingreso diario promedio a las terminales portuarias de 950 vehículos entre camiones y vagones. Se habla de un aumento del 30 o el 40% en comparación con el mismo período de 2015”, graficó.
Consultado sobre la repercusión en la demanda interna, descartó cualquier efecto negativo para el consumo nacional.
“No va a impactar de ninguna manera en el mercado local. Con la última producción que tuvo Argentina, más la existencia que había a nivel país, hay una oferta total de más de 13 millones de toneladas. La demanda local, en tanto, es muy estable y oscila los 5,5 millones, por lo que el país tranquilamente está en condiciones de exportar más de 6 millones de toneladas de trigo sin comprometerla y sin generar variaciones en los precios”, explicó Ullman.
“Cabe destacar la importante diversidad de destinos a los que hoy se está exportando. Argentina siempre miró muy de cerca a Brasil, ahora además se está vendiendo a países como Egipto, Indonesia, Vietnam, Tailandia”, agregó.
Además del trigo, otro cereal que viene recuperando terreno es el maíz, igualmente beneficiado por la eliminación de retenciones establecida a mediados de diciembre.
“El caso del maíz desde el punto de vista comercial es muy similar. Los exportadores volvieron a tener capacidad de cerrar negocios con los demandantes externos de una manera mucho más agil. Durante enero-febrero se concretaron embarques interesantes y lo proyectado muestra que seguirán a un ritmo activo”, explicó Ullmann.
En cuanto al precio del producto, el profesional de la Bolsa de Cereales detalló que, según la calidad del trigo, varía el dinero que recibe el productor por cada tonelada. Partiendo de la base de 140 dólares, según bonificaciones por calidad medidas en la puntuación de la proteína del cereal, el valor puede ascender a 160 y a 185 dólares por tonelada.
Fuente: lanueva.com