El rally más difícil y extremo del mundo iniciará su séptima edición en tierras sudamericanas el próximo sábado 3 de enero, con una espectacular ceremonia inaugural en Casa de Gobierno una vez concluidas las verificaciones técnicas en Tecnópolis, donde los amantes de los fierros y curiosos podrán acceder en forma gratuita desde el primer día del año antes de la largada de la competencia.
El trayecto recorrido por autos, motos, cuadriciclos y camiones por la Panamericana desde el puerto de Campana, a donde llegaron las 600 máquinas (entre vehículos de competición, asistencia y organización) hasta el predio de Tecnópolis en Villa Martelli, reavivó la pasión entre los automovilistas que se los cruzaban, que volcaron sus emociones en las redes sociales.
El parque automotor de las calles del centro porteño también cambió su fisonomía y las coloridas camionetas de los equipos en la puerta de hoteles, estacionamientos y frente a restaurantes se volvieron una parada obligada para las fotos.
El Dakar, que desembarcó por primera vez en estas tierras en 2009 tras dejar su África natal luego de la frustrada edición de 2008 por amenazas terroristas, despertó un repentino interés el 31 de diciembre de aquel año y un millón de personas se congregaron en la 9 de Julio para ver la ceremonia inaugural.
Ese desborde de “bienvenida” al Dakar, que desde entonces recorrió gran parte de la Argentina, el Norte y centro de Chile, Perú en dos oportunidades y Bolivia, se replicó en las calles porteñas durante las tres primeras competencias en tierras sudamericanas.
Luego llegaría el turno de las largadas en Mar del Plata en 2012 y en Rosario en 2014, donde el público argentino volvió a demostrar su gran afición por el automovilismo.
Cuando faltan cinco días para la largada de la carrera, que culminará el 17 de enero en Buenos Aires, tras pasar por Chile y Bolivia, cientos de personas trabajan sin descanso frente a la Casa de Gobierno y en Tecnópolis en los detalles de lo que será una nueva fiesta.