De acuerdo con la letra volcada por el Gobierno en el proyecto de Presupuesto 2025, no se buscará renovar el Impuesto PAIS. Así, el tributo ya no estaría en vigencia desde el 23 de diciembre. Más allá del impacto en las importaciones, que dejarán de estar grabadas con el actual 7,5%, se impuso un interrogante entre analistas, operadores y consumidores: ¿qué pasará a partir de ese momento con el dólar tarjeta y el dólar ahorro? De no mediar ningún cambio adicional, estos tipos de cambio se abaratarán alrededor de un 19%; a precios de hoy en el Banco Nación, implicaría una baja de $1.571 a $1.277, prácticamente el mismo valor del blue y mucho más cerca del MEP.
La pregunta no es inocua. Si bien el dólar ahorro sigue muy acotado por el cepo cambiario, la posibilidad de una disparada en el uso del dólar tarjeta genera preocupación en un contexto de reservas netas en rojo. De hecho, pese a estar más de 20% más caro que los tipos de cambio financieros, la salida de divisas de las arcas del Banco Central por turismo en el exterior y otros gastos con tarjeta se aceleró significativamente en los últimos meses ante el rápido encarecimiento de Argentina en dólares. ¿Qué pasaría, entonces, si la eliminación del impuesto PAIS deriva en una baja nominal de esa cotización?
La pregunta no es inocua. Si bien el dólar ahorro sigue muy acotado por el cepo cambiario, la posibilidad de una disparada en el uso del dólar tarjeta genera preocupación en un contexto de reservas netas en rojo. De hecho, pese a estar más de 20% más caro que los tipos de cambio financieros, la salida de divisas de las arcas del Banco Central por turismo en el exterior y otros gastos con tarjeta se aceleró significativamente en los últimos meses ante el rápido encarecimiento de Argentina en dólares. ¿Qué pasaría, entonces, si la eliminación del impuesto PAIS deriva en una baja nominal de esa cotización?
Dólar tarjeta y reservas
El llamado dólar ahorro hace referencia a la cotización que rige para la compra de divisas para atesoramiento, sobre la cual pesa un límite mensual de u$s200 al que pocas personas tienen acceso. El dólar tarjeta o turista refiere al precio para la compra de la moneda estadounidense con fines turísticos o destinada a pagar bienes adquiridos en el exterior. Desde diciembre de 2023, ambas cotizaciones surgen de aplicar un recargo del 60% sobre el dólar minorista: 30% deimpuesto PAIS y 30% de retención a cuenta de Ganancias.
El billete minorista en el Banco Nación cerró este miércoles a $982. Así, quien quiere comprarlo para atesoramiento o para pagar con pesos el resumen de la tarjeta debe abonar en realidad $1.571,20. Si la eliminación del Impuesto PAISse realizara hoy, la operación pasaría a costar $1.276,60 por dólar. Indudablemente, un abaratamiento de esa magnitud implicaría un estímulo adicional a la demanda de divisas para turismo en el exterior en sectores de la población con capacidad económica para viajar. Un incentivo que se sumaría a la apreciación cambiaria y que llegaría en plena temporada de vacaciones.
Hoy por hoy, buena parte de los consumos en el exterior no se canaliza vía dólar tarjeta. Como el MEP es significativamente más barato (cerró el martes a $1.214,04), muchos turistas pagan los resúmenes de sus tarjetas de crédito con dólares propios que fueron adquiridos previamente a través del mercado de capitales. Al provenir de la compraventa de bonos entre privados, esos dólares no salen de las reservas netas del BCRA.
Este factor, sumado a la mega devaluación de diciembre, fue lo que hizo que en el comienzo de 2024 se redujera la sangría de divisas de las arcas del Central derivadas del déficit turístico, un problema estructural de la economía argentina durante los últimos años. No obstante, con el correr de los meses eso empezó a cambiar. La política de ancla cambiaria generó un progresivo encarecimiento de Argentina con relación al resto del mundo: se redujo la cantidad de turistas extranjeros que visitan el país y crecieron los viajes de argentinos al exterior.
Así, en julio (último dato disponible) ingresaron al país 236.099 turistas por vía aérea, 17,7% menos que el año pasado, y viajaron al exterior 320.040 argentinos, 24,4% más que en el mismo mes de 2023. Como resultado, y a pesar de que el dólar tarjeta era mucho más caro que los paralelos, el balance del BCRA registró un déficit mensual de u$s634 millones por viajes y otros gastos con tarjeta, el nivel más alto de 2024. En enero, por caso, el rojo turístico había sido de solo u$s195 millones. En el acumulado de los primeros siete meses, el saldo negativo de la balanza de turismo es de u$s2.774 millonesy se estima que ese monto podría duplicarse en lo que resta del año.
Aunque no solo de turismo se trata. En el último tiempo se hicieron frecuentes las colas en los pasos fronterizos con argentinos que cruzan a Chile, Brasil o Paraguay para comprar ante el deterioro del poder adquisitivo y el encarecimiento en dólares. El año pasado, la postal era la inversa: uruguayos, chilenos o brasileños venían a incluso a comprar en los supermercados de las ciudades argentinas limítrofes, atraídos por la altísima brecha cambiaria.
El riesgo de abaratar el dólar tarjeta
De concretarse la eliminación del Impuesto PAIS, habrá consecuencias en distintos planos. El más evidente es el fiscal, que se terminaría de perder los ingresos por el tributo que más apuntaló una recaudación que se vino a pique por el impacto de la recesión. A partir de septiembre habrá ya un primer impacto por la retrotracción al 7,5% de la alícuota del tributo para las importaciones. Sin embargo, el costado que más preocupa es el efecto sobre el frente de las divisas: tanto por la reducción del costo de comprar mercadería al exterior como por el abaratamiento del dólar tarjeta, si esto último se confirma.
Jorge Carrera, ex vicepresidente segundo del BCRA, consideró que la demanda de dólar tarjeta se va a incrementar. “Hasta ahora la gente estaba usando mucho el método que implementaron las agencias de turismo, que es pagar en dólares. Pero un abaratamiento del dólar tarjeta facilitaría todavía más las compras en el exterior, incluso a través de plataformas como Alibaba y otras”, dijo en diálogo con Ámbito.
“Es peligroso que se abarate el dólar tarjeta dado los vencimientos en dólares que hay a partir de enero”, advirtió Lucio Garay Méndez, economista de la consultora Eco Go, ante la consulta de este medio. El planteo es que una mayor sangría de divisas por esa vía sumaría complicaciones extra a un frente externo signado por los abultados compromisos de deuda externa. Según sus estimaciones, el stock de pasivos con acreedores privados y organismos internacionales asciende a u$s170.000 millones: “Ya el año que viene empieza a haber pagos importantes”.
En ese marco, Garay Méndez indicó que en Eco Go prevén que en 2025 la sangría de divisas en el mercado oficial por la cuenta de servicios podría incrementarse en más de u$s1.500 millones respecto de este año. De ese total, el 70% se explicaría por viajes y otros pagos con tarjeta. “Lo cierto es que dada la escasez de dólares también puede haber un salto en la brecha cambiaria que atente contra el programa del Gobierno, que se sostiene en gran parte en la baja de la nominalidad y en el aumento de la demanda de pesos”, agregó.
Por su parte, Javier Okseniuk, director ejecutivo de LCG, sostuvo que la eliminación del Impuesto PAIS le preocupa más por su incidencia en el balance externo que en las cuentas fiscales. “En lo fiscal uno puede ver alternativas de compensación: subsidios, gasto tributario, nichos de ineficiencia, etcétera. En lo externo no, si se mantiene el régimen cambiario tal cual está ahora”, analizó en conversación con Ámbito.
“El balance cambiario de aquellos ítems vinculados al turismo fue cada vez más deficitario en estos últimos meses. Ese balance incluye gastos con tarjeta, cuya liquidación se paga tanto con pesos o en dólares, no sólo la parte de pesos. De todos modos, los egresos por turismo son crecientes en un contexto de dólar barato, y lo serán mucho más cuando desaparezca el Impuesto PAIS”, destacó Okseniuk. Y sentenció: “Sin dudas, va a haber que replantearse el esquema cambiario, aunque eso no se vea reflejado en los supuestos macro del presupuesto 2025”.
Fuente: Ambito