La decisión, apoyada desde el sector privado, fue adoptada a través de medidas conjuntas por los ministros de Producción, Francisco Cabrera, y de Hacienda y Finanzas, de Alfonso Prat Gay, propuestas por las resoluciones 5 y 7 de 2016, respectivamente.
“Conforme a la experiencia recogida y al actual contexto económico, corresponde tomar las medidas que permitan impulsar la actividad agroindustrial y la generación de valor agregado en el territorio nacional, así como la plena ocupación de la capacidad industrial instalada, con la consecuente generación de empleo, sin que ello implique atentar contra la producción nacional de soja”, indicaron las normas en sus considerandos.
La medida fue adoptada el pasado viernes y publicada ayer en el Boletín Oficial , y contempla la apertura de “la importación temporaria para el perfeccionamiento industrial”, en este caso, de las plantas oleaginosas locales.
Por ello, las autoridades nacionales dispusieron que “a efectos de alcanzar dichos objetivos, resulta necesario establecer el marco de aplicación de la admisión temporaria de la soja y de los procesos productivos alcanzados”.
De esta forma, con el objeto de mantener el funcionamiento de las plantas aceiteras ubicadas a orillas del río Paraná se adoptaron medidas para permitir el ingreso “temporario” de lotes de soja producidos en países vecinos, como Paraguay.
Según Producción y Hacienda, para sostener dicha actividad ante las demoras que mantienen desde hace semanas la comercialización oleaginosa, se dispuso excluir de la inscripción en el Registro de Operadores de Soja Autorizados, conocido bajo las siglas Rosa, la soja clasificada en la posición arancelaria de la nomenclatura común del Mercosur.
Se dejó en claro que esto se autorizará “únicamente cuando dicha mercadería se ingrese como destinación suspensiva de importación temporal, para su utilización como insumo para el proceso productivo de elaboración de aceite de soja, harina y pellets de soja”.
Volver a exportar
El vicedirector ejecutivo de la consultora KPMG, a cargo de Agronegocios, Mariano Balestra, opinó que se trata de una medida “muy acertada” que permitirá “recuperar el tiempo perdido”, ya que “alienta a reactivar” la producción del sector y el inicio de la recuperación del espacio que Argentina ocupaba como productor en el mundo.
Tras el cambio de gobierno, el sector agroindustrial se halla “en proceso de recuperación del tiempo perdido por las restricciones que tuvo en el pasado”, agregó. De esa forma, la agroindustria podrá “desplegar todo su potencial para ayudar a mejorar el saldo de la balanza comercial que es el mejor de los instrumentos para que ingresen dólares al país”, dijo.
“Esta medida tomada por el Gobierno va en ese sentido y alienta a reactivar el aparato productivo del sector que estaba ocioso”, entendió el analista.
Fuente: Sin Mordaza