Uno de los temas destacados de la emisión radial de los sábados en IngenieroWhite.Com, por La Brújula 24, fue la palabra de Martín Godoy, quien contó su historia de vida y las instancia que atravesó para hacerle frente a un diagnóstico de esclerosis múltiple.
“En 2019 me diagnosticaron esclerosis múltiple, a los 26 años, después de muchos estudios. Perdí sensibilidad en la mitad de la cabeza y si bien habíamos sentido hablar de la enfermedad, no sabía los efectos que provocada. En el momento, la noticia no cayó nada bien pero desde el primer día me ocupé en recuperarme. En ese momento jugaba y trabajaba. Estaba en pretemporada con Comercial y trabajando en la refinería. Hasta ahí fue siempre vida normal porque solo tenía poca sensibilidad”, narró Martín.
Y continuó: “Una vez medicado con una pastilla diaria, que tardó tres meses en hacer efecto para determinar la dosis justa, tuve un segundo episodio, mucho más grande, por el que perdí la movilidad en una mano y un pie, veía doble y me costaba hablar. Eso me pegó muy fuerte, pero después de 96 días, por suerte no quedaron secuelas físicas y los estudios más recientes confirman que la enfermedad, por suerte, se apagó; no tiene actividad. Esa es la definición que usó el neurólogo que me viene controlando desde hace tres años”.
“Nunca me quedé tirado en la cama. Si bien eso era lo más fácil, porque por el segundo episodio no podía hacer nada sin ayuda, jamás me quedé quieto. Me tenían que ayudar a comer y vestirme, pero siempre pensé en solucinarlo. Cuando se iba el último de mi casa, yo me podía a hacer movimientos competitivos como si estuviera por empezar un partido para coordinar mis movimientos”, precisó.
“Más allá de los clubes, el deporte me dejó una enseñanza enorme, que es la de levantarme siempre. Comercial es mi vida, el patio de mi casa, y ahora me toca estar en Argentino. Me tengo que sacar el sombrero con ellos porque desde el primer día me acompañan”, afirmó.