Una investigación de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos concluye que los gases tóxicos emitidos por los 90.000 barcos mercantes que surcan los océanos provocan más de 60.000 muertes anuelas, así como un gasto sanitario, sólo para EEUU, de más de 230.000 millones de euros por los problemas cardiorrespiratorios que causan.
Este organismo, y otros recientes estudios, como el publicado en la revista científica Environmental Scienze and Technology, coinciden en la urgencia de regular las emisiones tóxicas que producen los buques de alto tonelaje.
Otro informe reciente de la agencia medioambiental del Gobierno danés calcula que las emisiones del tráfico marino le cuestan al servicio de salud de este país casi 6.000 millones de euros al año, en su mayoría, destinados a tratamientos contra el cáncer y problemas del corazón. En una investigación previa, estimaban que mil daneses mueren cada año de manera prematura por esta contaminación.
Diversos expertos recalcan que, si bien la legislación medioambiental para reducir la contaminación de los vehículos terrestres es cada vez más estricta, no lo es tanto para la producida por el tráfico marino. Este tipo de polución también es considerable: se estima que sólo los 15 buques mercantes más grandes del mundo emiten tanta polución como los 760 millones de coches que hay en el planeta. Un gran barco contenedor puede emitir la misma cantidad de sustancias químicas cancerígenas y causantes de asma que 50 millones de coches.
Se calcula que en el mundo hay unos 90.000 barcos cargueros oceánicos, que son responsables de entre el 18% y el 30% de todas las emisiones mundiales de óxidos de nitrógeno (NOx) y del 9% de las de óxidos de azufre (SOx). El combustible utilizado en estos grandes barcos contiene dos mil veces el azufre de los combustibles diésel de los automóviles estadounidenses y europeos.
Su impacto en el cambio climático tampoco es desdeñable: se estima que de ellos parten entre el 3,5% y el 4% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. La organización Oceana calcula que la flota mundial supone más de 450.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), similares a las emitidas por Japón, uno de los países más contaminantes del mundo.
Fuente: cronicaglobal.com