Este martes por la mañana, integrantes de la Biblioteca Popular Mariano Moreno realizaron una suelta de libros por el desfinanciamiento a la cultura, CONABIP y bibliotecas, que plantea la Ley Ómnibus impulsada por el gobierno nacional.
“Sin el subsidio que recibimos muchas bibliotecas se verán obligadas a cerrar las puertas”, fue lo que expusieron en esta suelta de libros, que tuvo su epicentro en la esquina de San Martín y Mascarello.
En ese sentido, en el marco de las posibles definiciones y planteamientos que giran en torno a la Ley Ómnibus presentada por el gobierno nacional, desde el sector de las bibliotecas populares manifestaron su preocupación por el futuro de las entidades y el financiamiento de las mismas.
Incluso, hace algunas semanas la biblioteca de nuestra localidad expuso:
“LAS BIBLIOTECAS POPULARES ARGENTINAS ESTAMOS EN PELIGRO. La ley Ómnibus atenta directamente contra la subsistencia de las Bibliotecas Populares del país, ya que las desfinancia, quita beneficios y desarticula la estructura organizativa de mas de 150 años de la CONABIP”, fue el comunicado que compartieron.
La Conabip -dependiente del Ministerio de Cultura- fue creada por la Ley 419 del 23 de septiembre de 1870, impulsada por Domingo Faustino Sarmiento, apoya y fomenta el desarrollo de bibliotecas populares que no solamente permiten el acceso de los integrantes de la comunidad a la lectura, sino que además propicia iniciativas solidarias para que los vecinos puedan acceder a cursos de capacitación o hacer uso de las computadoras cuando así lo requieren, con lo cual el sentido de existencia trasciende el acceso a los libros, y pasan a ser organizadoras de las necesidades de la comunidad, según los bibliotecarios consultados por Télam.
Según el proyecto, varios artículos de la ley 23.351 -que dispuso la creación de un Fondo Especial para bibliotecas- son reemplazados y dispone que se clasifique a las bibliotecas según la cantidad de obras que tienen, el movimiento diario de esas obras y las actividades culturales que desarrollen.
Asimismo, las bibliotecas populares dependerán de los subsidios que el Congreso les otorgue y para obtenerlos, se deberá acreditar “la necesidad social de los servicios en la zona de influencia de la Biblioteca Popular”, “las necesidades específicas para el crecimiento de las bibliotecas más carenciadas” y “el mayor esfuerzo” realizado en la prestación de servicios, según el proyecto de ley que se debatirá en el Congreso hasta el 31 de enero en sesiones extraordinarias.
Si se aprueba el proyecto, el organismo pasaría a llamarse Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares y continuaría bajo la órbita de la Secretaría de Cultura, a cargo de un presidente, un secretario y cinco vocales designados por el Poder Ejecutivo Nacional, y solo el primero sería remunerado por sus tareas.
Actualmente, la Conabip se financia con un porcentaje de lo recaudado por Lotería Nacional, una medida que consiguió la presidenta saliente, María del Carmen Bianchi, que logró en 2005 incluir a la Conabip en el Presupuesto Nacional y logró triplicar el presupuesto durante los ocho años de su gestión.