Esta iba a ser una publicación sobre el último viaje de Isla Invisible. En cierta forma, todavía lo es. Pero el 26 de diciembre se produjo un derrame de petróleo en el estuario, y eso cambia el punto de vista. Todo lo que teníamos para mostrarles nos parece distinto ahora. Como si nuestras imágenes hubieran sido alcanzadas por el sedimento oscuro de los malos presagios.
Aunque la mancha de petróleo no se vea en las fotos. Justamente porque no se ve. La suerte del estuario, que es también nuestra suerte, parece jugarse en la posibilidad de percibir ciertas cosas, y de percibirlas a tiempo.
Las noticias dicen que el derrame ocurrió en una de las monoboyas que opera Oiltanking Ebytem a la altura de Puerto Rosales. Pero no nos enteramos del hecho por la empresa, sino por el video que filmó el pescador Natalio Huerta.
Oiltanking reaccionó recién más tarde. Casi un día de demora que extiende por años, décadas, el daño provocado. No siempre los desastres adoptan la forma de un suceso repentino. A veces ocurren de manera paulatina y dispersa. Apostando a que nadie lo note. O a que a nadie le importe. Diluyendo responsabilidades para capitalizar ganancias y socializar pérdidas. Hasta que resulta demasiado tarde.
Esta imagen fue tomada por Nathalia Heim quien, junto a Paula Aldea, Fabricio Carballo, Luciana Cerda, Stephanie Colonga, Laura Fuentes, Luisa Lerman, Florencia Martini, Diego Makendonsky, Nicolás Montani, Florencia Rodriguez, Faustina Rusconi, Julia Zamora, Leo Marbán, Carolina Andreeti y Guido Poloni, bajo la coordinación Pepi Amodeo, Martín Sotelo y Agustín Rodríguez, formaron parte, en octubre pasado, de la cuarta edición de Isla Invisible.