La Argentina posee puertos en capacidad de mover volúmenes aún mayores y sería importante tomar medidas para agilizar los procesos. No dejar de controlar, pero hacer controles más eficientes que reduzcan los costos así el productor recibe un precio más alto.
“Hoy la Argentina mueve la mitad de contenedores que Chile. El nuevo gobierno llega con expectativas positivas para nosotros. Las economías regionales dependen de la logística. Desde el Note, un buen ferrocarril de cargas y la hidrovía, son fundamentales para lograr la salida de la producción”, dijo a Transport & Cargo Roberto Murchison, presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC).
Para Luis Zubizarreta, directivo de la CPPC, “la hidrovía también es clave para la salida de los flujos de carga de nuestros vecinos de la región. Aquí encontrarán puertos eficientes y con capacidad disponible. Asimismo, tenemos que ver cómo hacemos las necesarias y justas inversiones en infraestructura. En la zona de Rosafé, sin llegar a concretar el ambicioso Plan Circunvalar, se deben seleccionar de allí las obras que hagan el cambio. El acceso vial a los puertos debe ser mejorado”.
Desde la cámara aseguraron que el control y la seguridad no se negocian, pero se los puede mantener teniendo en cuenta la variable de productividad del sistema.
Entre las primeras medidas que se sugieren desde la CPPC está la habilitación de los puertos.
“A muchas terminales portuarias, tanto públicas como privadas, les falta el decreto presidencial que los habilita conforme a derecho. Esto es fundamental para darles seguridad jurídica de cara a su operatoria y a las inversiones realizadas y por realizarse”, destacó Murchison.
Un despropósito
Otros temas pendientes de resolución tienen que ver con la Aduana. La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) modificó los protocolos de pesaje y chequeo de mercadería para los puertos y dejó de guiarse por las balanzas electrónicas habilitadas por el INTI. Desde hace tres años, se decidió pasar al sistema denominado draft surveys, calculo que se hace a partir de la lectura de los calados del buque para saber la carga embarcada. Esto complicó las operaciones y no le agregó exactitud, Este retroceso en la normativa debería ser revisado”, resaltó el presidente de la CPPC.
La habilitación de los depósitos fiscales portuarios también figura en agenda de la cámara.
“La hidrovía creciente va a requerir más transbordos y tránsitos y para ello es fundamental tener depósitos fiscales en los puertos. A esto se suma la posibilidad de volver a contar con la figura de la importación temporaria. Hay mucha mercadería que pasa por los puertos y se podría industrializar en plantas que hoy tienen capacidad ociosa”, aseguró Zubizarreta.
Un asunto que afecta directamente al cabotaje es la norma que estipula la inexistencia de tolerancia en el peso.
“Si por ejemplo se cargan 100 toneladas en Barranqueras y llegan 99 a Rosario porque se usa una balanza distinta, se aplica el rigor de la ley con importantes multas. Con la mercadería que viene del exterior existe un margen de tolerancia, no así con la proveniente del cabotaje. Resolver esto favorecería la utilización del modo acuático para el transporte interno”, manifestó Roberto Murchison.
Tenemos importantes puertos, muchos de ellos surgidos de inversiones privadas. Debemos estar orgullosos de un sistema portuario como el nuestro que nunca fue un cuello de botella para las exportaciones, como en su momento sucedió con Chile y Brasil. Hubo inversiones tanto en puertos públicos como los de Quequén y Bahía Blanca, y en los privados”, destacó Luis Zubizarreta.
Fuente: cronista.com