Así que empezamos a imaginar una sala ambientada a principios de siglo XX, como los baños originales del edificio inglés que alberga al museo, pero que pudiera hablar también de otras épocas, baños y letrinas a partir de las experiencias de la vida cotidiana de un puerto como el de Ing. White. También para abordar las diferencias sociales, los temas del cuerpo y sus tabúes, el placer y lo reprimido, la sexualidad y las violencias, que acentúa el silenciamiento.
Finalmente concretamos la sala con el apoyo de la Fundación Williams, que nos premió en 2020 en su convocatoria “Ensayar museos” y el de nuestra Asociación Amigas, que a fuerza de vender chocolate los domingos aportó en muchos detalles del montaje de la muestra hasta hoy.
El próximo sábado 7, en la Noche de los Museos, abrimos la sala para que vengan a conocerla. Invitamos a las personas curiosas, pero también muy especialmente a las que participaron de su realización: dando su testimonio en entrevistas o participando de encuentros en el museo para hablar de los temas más difíciles, ayudando en la recopilación de todo tipo de objetos y fotos o acercando donaciones como el inodoro Pescadas, pelelas, papagayos y chatas, a las integrantes del Taller de Bordado miniatura que prepararon un muestrario especial para la sala, a cada una de las personas que aportó su trabajo y saberes para el montaje de la sala, que incluye sobre todo al equipo del museo, que tiene muchas ganas de festejar con ustedes esta apertura.