La empresa estatal Energía Argentina (Enarsa) informó este martes que se completó el llenado del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta, por lo que ya está en condiciones de transportar 11 millones de m3 por día (MMm3/d) de gas natural desde Neuquén a Buenos Aires y sustituir importaciones de combustibles líquidos en los últimos cinco meses de 2023.
El llenado hasta su carga total (linepack) de 25 millones de m3 se terminó un mes y medio después del final de la construcción -el 20 de junio- y tres semanas después de su inauguración por el Gobierno, en la foto de unidad de Unión por la Patria (con Sergio Massa, Cristina Kirchner y Alberto Fernández) el 9 de julio en las cercanías de Salliqueló, Buenos Aires.
Ahora, el mercado energético está a la espera de definiciones centrales del Ministerio de Economía sobre las siguientes etapas del Plan Transport.Ar para expandir la capacidad de transporte de gas desde la Cuenca Neuquina -donde está Vaca Muerta- hacia el centro y norte de la Argentina, completar la sustitución de importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) y abrir la llave de las exportaciones regionales a Chile, Brasil y Bolivia.
La licitación de la reversión del Gasoducto Norte es la principal obra de la siguiente etapa plan y se esperaba para mediados de julio, pero continúa demorada. En el Gobierno apuntaban a lanzarla esta semana, pero podría ser después de las elecciones PASO del 13 de agosto. Como Bolivia no garantiza las entregas de gas en condiciones firmes (no interrumpibles) para el próximo invierno, urge completar la obra el año que viene para evitar riesgos de desabastecimiento desde Córdoba al norte.
¿Desabastecimiento de energía?
El peligro se extiende incluso al suministro de energía eléctrica, pues se genera en buena medida con el gas natural que se procesa en las centrales térmicas.
Si no se apura la reversión del Gasoducto Norte, puede haber problemas con el suministro de gas y electricidad desde Córdoba hacia arriba en 2024
El costo del “reversal” ronda los 700 a 800 millones de dólares y será financiado en parte por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF, u$s 540 millones) y el resto con fondos tomados a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) por exportaciones eléctricas en los últimos dos veranos, que estaban reservados para obras de transporte de electricidad.
La reversión se compone de un nuevo gasoducto de 36 pulgadas y de 122,5 kilómetros entre las localidades cordobesas de La Carlota y Tío Pujio, que conectará anticipadamente los gasoductos troncales Centro Oeste y Norte, hoy unidos en San Jerónimo (Santa Fe), en las cercanías de Rosario, junto a 62 kilómetros de loops de 30 pulgadas sobre el Gasoducto Norte entre Tío Pujio y Ferreyra, además de tareas de reversión de inyección de las Plantas Compresoras Ferreyra, Dean Funes, Lavalle y Lumbrera, esta última en Salta.
Por otro lado, se espera para septiembre que se licite la segunda etapa del GPNK, de Salliqueló hasta San Jerónimo. A diferencia de la primera etapa, esta no tendrá una urgencia tan evidente y puede terminarse en 18 a 24 meses, los tiempos normales para la construcción. Según un informe de la consultoraEconomía & Energía, la puesta en marcha del GPNK II permitirá un ahorro en importaciones de gas licuado, gasoil y fuel oil de 2295 millones de dólares entre 2025 y 2026.
Los números que maneja el Gobierno es que solo el GPNK I ayudará a disminuir los subsidios a la energía eléctrica (por el menor costo de abastecimiento de gas local versus el importado) por el equivalente en pesos a unos 1200 millones de dólares anuales (0,2% del Producto Interno Bruto -PIB-).
Fuente: El Cronista