“Vinieron un montón de chicos y chicas a jugar, a armar locomotoras y a dibujar. Los hemos invitado a descubrir cosas y realmente verificamos que las actividades se han convertido en un clásico”, sostuvo.
Y detalló: “Hubo trabajos con el taller Prende, que como siempre se adecúa para este marco de vacaciones. Allí pudimos proponer distintas estaciones de trabajo, sumado al taller y la Casa del Espía. Sumamos muchas experiencias y alegría porque el museo se revoluciona con tantos chicos. Encontramos otro sentido de ser y una gran felicidad. Contamos con un grupo de trabajo muy importante para poder realizar todo este tipo de propuestas y sostenerlas en un predio tan basto como este”.
“Por otro lado, lanzamos la convocatoria para un nuevo viaje de Isla Invisible, invitando a estos viajes exploratorios a las islas del estuario. Está dirigido a artistas y gente de otros ámbitos para producir representaciones de ese entorno tan particular y complejo de las islas. Las obras, luego, se exhiben en distintos lugares y es todo un desafío habitar el paisaje y dejarse interpelar por el mismo”, completó.