Versará sobre Anibal Troilo y lleva el título “Toda Mi Vida”. La entrada es libre y gratuita, pudiendo realizar reservas al 291 6491449.
Aníbal Troilo nació el 11 de julio de 1914, en la calle Cabrera 2937, entre Anchorena y Laprida, es decir, en pleno barrio del Abasto, aunque se crió en Palermo.
Sobre su apodo, que lo acompañó desde niño, contaba: “mi padre tenía un amigo a quien llamaban Pichuco. Sobre mis primeras lágrimas de niño, con su dulzura de hombre, acaso feliz mi padre trató de calmarme: ‘Bueno,.. Pichuco… bueno’. Y me quedó para siempre”.
El sonido del bandoneón era la música en sus oídos, desde que lo escuchaba sonar en los bares de su barrio. A los 10 años le pidió a su madre que le comprara uno. Fue el instrumento que tocó toda su vida.
A los 11 fue su debut, ante el público, en un bar vecino al Mercado de Abasto. Luego integró una orquesta de señoritas y a los 14 años formó un quinteto.
El 1 de julio de 1937 debutó, con su propia orquesta, en la boite Marabú. Un cartel anunciaba: “Todo el mundo al Marabú, la boite de más alto rango, donde Pichuco y su orquesta harán bailar buenos tangos”.
Siempre tuvo cantantes de primera línea, pasaron por su orquesta: Francisco Fiorentino, Amadeo Mandarino, Alberto Marino, Floreal Ruiz, Edmundo Rivero, Aldo Calderón (la mejor media voz de la historia del tango), Jorge Casal, Raúl Berón, Carlos Olmedo, Pablo Lozano, Roberto Goyeneche, Angel Cárdenas, Elba Berón, Roberto Rufino, Nelly Vázquez, Tito Reyes y el bahiense Roberto Achával.
Troilo compuso muchísimos temas buenos y ampliamente difundidos y versionados a lo largo de su carrera, tanto instrumentales como cantados. Sus composiciones se caracterizan por una relativa sencillez armónica y melodías muy bellas, simples pero no obvias. Entre los instrumentales se destacan la milonga La trampera y los tangos Milonguero triste, Responso y Contrabajeando (este último en colaboración con Piazzolla). Entre los cantados, Barrio de tango, Che bandoneón, Sur y el vals Romance de barrio, todos ellos con letra de Homero Manzi; Desencuentro, La última curda, María y El último farol, junto a Cátulo Castillo; Garúa y Pa’ que bailen los muchachos, con poesías de Enrique Cadícamo; Toda mi vida y Mi tango triste con letra de José María Contursi; y Coplas, sobre una poesía de Alberto Martínez.
La muerte de su gran amigo, el poeta Homero Manzi, lo sumió en una profunda depresión. En su homenaje compuso el tango “Responso”. Falleció el 18 de mayo de 1975.