El domingo pasado la mesa central del Ciclo Cocina dio cuenta de una de las comidas más antiguas en este territorio. Y a la vez, de una historia muy activa en el presente. Es que vino a compartir su mesa la comunidad intercultural Kumelen Newen Mapu…
El mantel no era de lino o de hilo sino de lana de caprinos, con vasijas de barro que tenían semillas de piñón, dulce de sauco, pan casero y al rescoldo. Fue posible probar el sabor de recetas de las “ñañas” (abuelas mapuche), escuchar cantar coplas y contar historias en voz alta.
A veces, poner en el centro una mesa permite compartir saberes muy antiguos que no eran tenidos en cuenta y que experiencias no reconocidas vuelvan a circular.