Gestiones lentas, pero encaminadas, buscan que la exportación del litio argentino a Estados Unidos cuente con los beneficios fiscales de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, sus siglas en inglés) que votó el Congreso de ese país a fines del año pasado y que contempla, entre otras cosas, un fuerte impulso a la electromovilidad, a través de subsidios a fabricantes y compradores de vehículos eléctricos y baterías.
Como contó El Cronista, el tema es prioritario para la relación bilateral. La ley estipuló una serie de subsidios de entre 3750 y 7500 dólares para quienes compren baterías y vehículos eléctricos a partir de este año. La norma buscó asegurar una participación incremental de la industria estadounidense y, también, estableció que las materias primas, definidas como “minerales críticos”, debían provenir de países que tuvieran Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Negociaciones
Eso dejaría fuera de la cancha al litio argentino y provocó una activa gestión de la embajada en Washington, al mando de Jorge Argüello, y del ministro de Economía, Sergio Massa, que activó sus vínculos con ese país. También aceleró el lobby de las empresas estadounidenses con intereses en el litio argentino, tanto mineras como industrias.
La Secretaría de Minería, que comanda Fernanda Ávila, aceleró las conversaciones con Estados Unidos en los últimos meses. Todo estuvo sobre la mesa durante la bilateral en la Casa Blanca entre los presidentes Joe Biden y Alberto Fernández.
Argentina fue el principal proveedor de litio de Estados Unidos entre 2018 y 2021 y existe potencial para que esa relación se profundice. La estadounidense Livent gestiona uno de los dos proyectos que ya están en fase de producción y exportación, la Mina Fénix, en Catamarca, desde donde abastece a Tesla y General Motors. El otro proyecto, el Salar de Olaroz, en Jujuy, tiene capitales japoneses y australianos, con acuerdos estratégicos con EE.UU. y exportaciones a ese país. Otra estadounidense, Albemarle, anunció una inversión en Catamarca.
Puerta de entrada
Dos días después de esa bilateral, el 31 de marzo, se abrió el primer resquicio para que aceleren las negociaciones. La Secretaría del Tesoro y el IRS, la agencia recaudadora, reglamentaron las condiciones para que los vehículos eléctricos y las baterías que comprarán las y los estadounidenses accedan al subsidio.
Allí se propusieron un “conjunto de principios para identificar el conjunto de países con los que Estados Unidos tiene un tratado de libre comercio vigente, ya que este término no está definido en la ley”. Fue una manera elegante para sumar al esquema a países sin TLC. “Este término podría incluir acuerdos de minerales críticos recién negociados“, agregó la Casa Blanca.
Así, se abrió la puerta a que la firma de acuerdos bilaterales sobre minerales críticos. Estados Unidos ya avanzó en ese sentido con otros proveedores de litio, como Japón y Australia. Ellos, más Canadá y otros países, conforman el Acuerdos de Seguridad sobre Minerales (MSP, siglas en inglés). Argentina busca avanzar en un esquema similar, según fuentes oficiales. El tiempo apremia: este lunes 17, Energía publicó la primera lista de vehículos que los estadounidenses pueden comprar con subsidios.
Requisitos
De acuerdo a como lo definió la Casa Blanca, “los acuerdos se considerarían en función de si reducen o eliminan las barreras comerciales de manera preferencial, comprometen a las partes a abstenerse de imponer nuevas barreras comerciales, establecen disciplinas de alto nivel en áreas clave que afectan el comercio y reducen o eliminan las restricciones a las exportaciones o comprometen a las partes a que se abstengan de imponer tales restricciones a las exportaciones, incluso para el comercio de los minerales críticos contenidos en las baterías de los vehículos eléctricos”.
Otra instancia clave de las últimas semanas fue la designación de interlocutores. Por el lado de Argentina, la secretaria Ávila encabeza las gestiones. Estados Unidos designó al subsecretario de Energía, David Turk, quien estuvo en Buenos Aires y se reunió con Ávila y la secretaria de Energía, Flavia Royón. El protagonismo de Turk es decisivo, porque se encarga de reglamentar la ley y definir la letra chica.
El riesgo China
En esas reuniones, Turk pasó un mensaje vinculado a China. Estados Unidos avisó que mira con preocupación las crecientes inversiones chinas en el litio argentino y las exportaciones a ese país. Argentina contestó que las inversiones son decisiones privadas y que el Gobierno no intercede en los negocios de las empresas. Y argumentó: si a Argentina se le restringe el mercado estadounidense, no tendrá más remedio que profundizar las ventas a la potencia asiática, principal comprador y mejor pagador del litio.
En 2022, China compró el 42% del litio argentino. La siguieron Japón (33%), Corea del Sur (13%) y Estados Unidos (9%).
Fuente: El Cronista