La formación geológica con potencial de gas y petróleo no convencional de Palermo Aike, ubicado en el extremo sur de la provincia de Santa Cruz, es la roca madre de la Cuenca Austral y puede llegar a representar en volúmenes hasta un tercio de lo que se le reconoce a Vaca Muerta, en Neuquén.
La proyección podrá comenzar a comprobarse con la nueva etapa de exploración que encarará YPF a partir de este año, algo que ya viene realizando la Compañía General de Combustibles (CGC).
Desde comienzos de la década pasada, cuando la industria comenzaba a hablar del potencial de Vaca Muerta, también se destacaba que la Argentina contaba con otras formaciones geológicas no convencionales que podían ser muy importantes en materia de recursos de gas y petróleo.
Desde entonces se indaga en el potencial geológico y eventualmente comercial de rocas madres conocidas como D-129 en la que avanzó YPF en el Golfo San Jorge; Los Molles, en Neuquén; o Los Monos, en el noroeste del país.
De todas ellas se estima que la formación del sur de Santa Cruz es la que mayor potencial tiene para transformar sus recursos en reservas comercialmente explotables, con proyecciones que la ubican como el cuarto reservorio más importante del mundo, de acuerdo a la International Energy Agency.
Esas estimaciones indican que la formación podría contar con reservas por 130 TCF de gas natural y 6,6 billones de barriles de crudo, lo que permite apreciar su magnitud frente a Vaca Muerta que dispone de 308 TCF y 16 billones de barriles.
Días atrás, el ministro de Economía, Sergio Massa, y el presidente de YPF, Pablo González, anunciaron la decisión de encarar junto con CGC y otras compañías en eventuales joint ventures en la exploración de Palermo Aike. (Télam).