De materializarse la iniciativa en suelo bahiense, cuatro de las cinco plantas nucleoeléctricas operativas y proyectadas en la Argentina estarán ubicadas en la provincia de Buenos Aires.
Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) piensa en Bahía Blanca –la ciudad portuaria marítima más importante de la Argentina– como posible sede de la quinta planta atómica del país. Así lo anticipó a este medio un representante de la operadora.
Bajo estricto pedido de confidencialidad, el directivo reveló que la urbe del sur de la provincia de Buenos Aires –que alberga el principal polo petroquímico a escala nacional– figura entre las opciones más firmes que se barajan para la locación de la quinta central nuclear, cuyas características tecnológicas la harán única en la región. “De todos modos, recién se están llevando a cabo los primeros estudios de factibilidad al respecto”, indicó.
NA-SA está a cargo de la producción y comercialización de la energía generada por Embalse, que se sitúa en Río Tercero, Córdoba; y por Atucha I (ahora llamada Juan Domingo Perón) y Atucha II (rebautizada Néstor Kirchner), que se ubican en Lima, dentro del partido bonaerense de Zárate. Adicionalmente, la firma es responsable de las obras de extensión de la vida útil de Embalse y de la construcción de la cuarta usina nucleoeléctrica argentina (que también estará localizada en Lima), por lo que suma un total de 1.750 megawatts (Mw) de potencia eléctrica bruta.
Con respecto a la cuarta central, ya se sabe que dispondrá de tecnología “CANDU” (con agua pesada) y de un 70% de componentes nacionales (tasados en unos $ 32.000 millones). De hecho, sólo se importarán las piezas indispensables que, por una cuestión de escala, no se fabrican en el ámbito local. En ese sentido, el ministro de Planificación, Julio De Vido, acaba de firmar en China un convenio comercial por u$s 2.000 millones que garantiza la provisión de productos y servicios provenientes del gigante asiático y de terceros.
De la quinta planta hay menos precisiones, aunque la idea es que sea la primera del tipo “PWR” (de uranio enriquecido y agua natural) en toda Latinoamérica. El proyecto, que también estará en manos de NA-SA, contemplará un 50% de componentes nacionales. Al promover una transferencia completa de tecnología, permitirá su exportación a otros países de la región.
Ubicación estratégica
Dotada de un puerto comercial de aguas profundas, Bahía Blanca representa un nudo de transportes y comunicaciones entre los flujos económicos del sudoeste de la provincia de Buenos Aires y del valle del río Negro. Gracias a su infraestructura terrestre, marítima y aeroportuaria, establece relaciones a nivel regional, nacional e internacional.
Aunque la ciudad se encuentra a casi 10 kilómetros del Mar Argentino, sus alrededores abarcan otras localidades y poblaciones costeras, entre las cuales se destaca el puerto de Ingeniero White, que constituye la salida natural de la producción agrícola de la Región Pampeana.
Debe subrayarse que Bahía Blanca posee un consumo eléctrico intensivo, ya que en ella funciona el primer polo integrado de producción de olefinas y poliolefinas del país. Con la mejor tecnología disponible en el mercado y escalas de elevada competitividad, el complejo petroquímico bahiense elabora de manera eficiente productos de calidad reconocida, utilizando la materia prima nacional más adecuada y recursos humanos altamente calificados.
Fuente: Inversor Energetico.