El sábado pasado, en el marco del Festival de Teatro UP-IV, se montó en La Rambla de Arrieta un simulacro de playa, que incluyó reposeras y sombrillas alrededor de un volquete de obra que se transformó en pileta, mencionó en un posteo en sus redes FerroWhite.
“Una pelopincho de hierro en la que refrescar la memoria de lugares como la playita del Castillo, aquel balneario de los vecinos del Bulevar que aprovechaba el agua que la usina devolvía, templada, al mar”, indicaron.
Y continúa: “Pregúntenle a Lili Torres, a Angel Caputo, a Ida Muhamed. No les van a contar de la remota década del treinta. Les van a hablar de los chapuzones que se daban en este mismo lugar hasta bien entrados los años setenta. De entonces a hoy, el mar sigue ahí, detrás de los alambrados. Y en verano, el agua llama”.