Con una puesta en escena increíble y a sabiendas de ser el músico argentino más convocante de los últimos tiempos, Abel Pintos arrancó su serie de 21 recitales en la calle Corrientes acompañado de un público fiel, pero además reafirmando sus dotes como intérprete.
El joven Abel vendió -por completo- las 21 noches que estará en el Teatro Opera, y en la primera tuvo como invitado especial a León Gieco, con quien interpretó la zamba “Cuando llegue el alba”.
“Esta noche me acompañará el padre de la música popular argentina”, dijo Pintos para presentar a Gieco, quien le regaló una remera con la figura de Mercedes Sosa, algo que hizo emocionar al intérprete.
Previo a esto Abel Pintos arrancó el show con una memorable versión de “Taky Ongoy /Encuentro en Cajamarca”, de Víctor Heredia, que entregó emoción pura y admiración por la manera en que la interpretó.
Vestido con un pantalón azul, saco del mismo color, camisa celeste, un pañuelo al cuello y un sombrero estilo “cowboy”, Abel Pintos estuvo acompañado por una banda que se entiende de memoria y hace que los shows tengan versatilidad al por mayor.
Ariel Pintos, hermano del cantante, y Marcelo Pedracino acompañaron en los coros y las guitarras, Fredy Hernández en el teclado, Norberto Córdoba en el bajo y Claudio Di Cicco en la batería y percusión.
Abel Pintos recorrió las dos décadas de carrera por temas propios, en su gran mayoría, y también las versiones de “Cactus” (Gustavo Cerati) y “Ojos de Cielo” (Víctor Heredia), además de la chacarera “Para cantar he nacido” (Bebe Ponti).
El público, en gran parte femenino, acompañó casi a dúo todos los temas que Pintos compuso e hizo populares como “La Llave”, “No me olvides”, “Bella flor”, “Sueño Dorado”, “Motivos”, “Aquí te espero” y cerró con toda la energía de “Revolución”.
Buenos Aires, Adrián Taccone para NA.