A partir de la temática de museos comunitarios, llegaron el sábado a Bahía. Luego de recorrer la ciudad y visitar Ferrowhite, por la tardecita, se acercaron al museo a escuchar música en el ciclo “Del garage de la cocina”.
Al otro día, regresaron con la intención de conocer más sobre un museo comunitario.
Por eso, se charló y debatió en torno a los objetos, los modos de articulación con la comunidad, los proyectos del 2015, el rol de las amigas, las formas de financiamiento, etc. Así – con muchas ideas en la cabeza- salieron a caminar por el puerto para ver, oler, sentir la historia y el presente de la comunidad (antes contada) y dar cuenta de que el museo, verdaderamente, empieza y termina afuera: en el tren de regreso, en la ciudad donde viven, ¡en el mundo!