El precio del kilo de pan comenzó a venderse entre los $ 430 y $ 460 con una presión alcista que lo proyecta cerca de los $ 500 para antes de fin de año.
Los sostenidos aumentos de los costos de producción, mano de obra, combustibles y especialmente del trigo, forzaron a las panaderías a un nuevo ajuste en el precio del producto.
“Hoy un kilo de pan debiera estar entre $ 500 y $ 600, pero estamos tratando de aguantar lo máximo que podemos porque la gente algo tiene que llevar a la casa”, señaló a NA José Hernández, titular de la Cámara de Panaderos del Norte.
Por su parte, Emilio Majori, presidente del Centro de Panaderos de La Matanza, afirmó: “Con el precio de $ 450 nos estamos quedando cortos porque lo que vivimos la última semana con el tema de la inflación fue caótico”.
Al impacto sobre los costos que produce una inflación del orden de 100% anual, en el caso del pan se suma la delicada situación que atraviesa la producción de trigo por la histórica sequía que afecta a gran parte del país.
Hernández explicó que, por esta situación, la calidad del trigo cayó y entonces se necesita más harina para poder lograr la misma producción y ése es un factor que pega directo en el precio final del producto.
Por otra parte, según las proyecciones, la caída en la cosecha de trigo por la falla hídrica, está provocando un faltante de al menos 500 mil toneladas que presionará sobre el precio del principal insumo.
Sobre el fideicomiso que creó el Gobierno para subsidiar el precio del trigo, el dirigente aseguró que existe y está funcionando, pero que es insuficiente. (NA).