El informe considera que si toda la mercadería fue llevada por camión hacia los puertos de Rosario y considerando las distancias promedio de cada departamento hacia esa ciudad, se estima que el gasto por fletes se ubicó $ 2.723,9 millones. De ese total, el 65,2% correspondió al transporte de la soja.
En términos generales, la distancia a Rosario desde los doce departamentos considerada es de 305 km en promedio, y representa un costo total de flete de $426,3 por tonelada. En localidades más cercanas, este valor a afrontar puede ser menor a $ 300 por tonelada, pero en localidades norteñas como Villa Ocampo es de $ 646,7.
La participación del flete en el ingreso bruto supera, en promedio, el 40% para el caso del trigo, maíz y sorgo, que son los cultivos que más sufren el impacto del costo del transporte. En el caso de la soja y el girasol con destino a Rosario, implica en promedio algo menos del 25% del ingreso bruto para el productor.
El trabajo sostiene que, en promedio, la comercialización de lo producido en cada hectárea del centro-norte santafesino se lleva en el transporte de maíz, 37,5 quintales; 23,4 de sorgo; 6,6 de soja; 11,5 de trigo y 4,6 de girasol.
“En los sucesivos informes sobre el resultado económico de los diferentes cultivos producidos en el centro-norte de la provincia de Santa Fe se viene mostrando el incremento de la participación del gasto en transporte sobre el ingreso bruto de los productores, hecho que vuelca la balanza de la rentabilidad para muchas explotaciones agropecuarias de las zonas alejadas a los puertos”, advierte el documento.
El reporte de la Bolsa advierte que “a contramano de lo que sucede a nivel internacional, donde los costos de fletes marítimos y terrestres han experimentado una caída debido a que el petróleo se encuentra dentro de sus valores mínimos de los últimos seis años, el flete interno de los granos se está haciendo sentir con mayor fuerza durante las últimas campañas en nuestro país”. Asimismo, resalta que según estimaciones en Argentina aproximadamente el 93,1 % de las cargas son transportadas por camión, el 5,4 % por tren y el 1,5 % por vía fluvial.
“La variación que tuvo lugar en los costos de transporte pasó de $ 155,7 por tonelada en agosto de 2011 a $440,1 en el mismo mes del presente año, lo que implica un incremento de 182,7% en el transcurso de las últimas cinco campañas”, subraya el informe de la entidad santafesina. Agrega que las continuas subas en las tarifas de flete terrestre en las últimas campañas se explican en gran medida por el incremento del costo del combustible interno, los salarios, y las amortizaciones.
Ahora bien, para evaluar el impacto real que significan estos mayores valores del flete en el resultado económico de los productores, se deben tener en cuenta la evolución de los precios de los granos. Durante el último año fueron muy significativas las disminuciones registradas en los precios en pesos tanto del trigo (-37,1%) como del maíz (-12,9%), girasol (-22,0%) y soja (-13,1%); a excepción del sorgo que se mantuvo prácticamente estable (una suba del 0,8%).
Por su parte entre agosto de 2013 e igual mes de 2015 la cotización en pesos del sorgo subió un 11,2%, el maíz (5,1%), girasol (21,9%), la soja (20,0%), mientras que la de trigo disminuyó un 55,7%. Es importante destacar que dichas subas se registraron como producto del efecto de la devaluación interna de la moneda que compensó las importantes bajas de los granos en dólares; pero igualmente fueron inferiores al incremento de los fletes (70,6%).
Como reflejan claramente los números, se concluye que la inflación interna afecta los costos de producción de forma tal que la situación sigue siendo desfavorable.
Fuente: La Opinión