Una de las notas salientes que tuvo la entrega del sábado pasado de IngenieroWhite.Com fue la participación destacada de Jorge Marcovecchio, quien en su nuevo cargo de director del IADO compartió su visión sobre temas de actualidad, investigaciones y el espacio que nos rodea.
“No somos un organismo de control, somos un organismo de investigación. Pero sí llevamos adelante programas de monitoreo para alertar a las autoridades cuando hay situaciones anormales. El IADO trabaja desde el ’97 permanentemente controlando el sistema. Es difícil encontrar un trabajo de estas características, el cual fue ininterrumpido durante 23 años hasta la llegada de la pandemia. Posteriormente, iniciamos un monitoreo muy intenso a partir de una solicitud del Consorcio del Puerto, el cual estamos desarrollando con una vigilancia muy importante”, indicó sobre el rol del instituto.
Sobre la conformación del staff de profesionales, detalló: “El IADO tiene 50 investigadores del Conicet y otros tantos becarios que se están preparando, sumado al conjunto de profesionales de apoyo quienes llevan adelante tareas rutinarias y campañas. Somos unas 120 personas que trabajamos en conjunto en tareas de campo, laboratorio y en las oficinas”.
“Es difícil levantar el período de olvido que la investigación científica vivió hace poco tiempo. Se empezó a levantar en los últimos 2/3 años después de una etapa de olvido. Sumado a que el IADO vivió la situación del incendio y el contexto de la pandemia. Falta mucho, pero somos conscientes del esfuerzo que el gobierno nacional y el Ministerio de Ciencia están llevando a cabo para seguir avanzando”, apuntó sobre el escenario de la investigación a nivel nacional.
Y a nivel personal, luego de su llegada al cargo de director, mencionó: “El esfuerzo es enorme y si tiene continuidad vamos a ver los frutos en un futuro. En mi caso, lo hago con mucho placer porque toda mi carrera científica se la debo al IADO. Y ahora que estoy en el tramo final de mi carrera, qué mejor que darle esto. Pude alcanzar la máxima categoría como investigador y el IADO me dio todo. Ahora me toca retribuirlo con esfuerzo y dedicación”.
En el cierre, Marcovecchio hizo referencia a las características propias del estuario: “Es uno de los sistemas costeros del Mar Argentina y está impactado como sucede en todos lados. Esto no quiere decir que esté dañado. Tiene procesos de autodepuración con las mareas y es difícil que entre en una crisis ambiental severa. Lo que lógicamente tiene es el impacto de las actividades que lo rodean que hacen que no sea un espacio natural. Prácticamente no quedan en el mundo lugares que no estén impactados”, graficó Jorge.