Tampoco -¡qué esperanza!- para ganar mucha plata. Lo que ha pasado en el tercer domingo de cada mes es un secreto a voces: la música nos involucra.
Somos todos distintos pero estamos juntos acá. (¿Te traés otro café, Rodolfo?). En cada canción se trama cierto sentido de pertenencia que no está escrito en las partituras pero que se va tramitando al hacerlas propias y compartirlas con otros.
Sedimentadas por la tradición o enlatadas en Miami, las canciones suelen llegar de muy lejos, pero a nosotros nos interesa ese último giro que dan en su largo su camino, cuando pegan la vuelta a nuestra esquina y las encontramos transformadas en la voz de algún vecino.
Este último fin de semana estuvieron Sarita Cappelletti y sus estrellas del taller de canto “La siempre Verde”. FERROWHITE/MUSEO TALLER.